¿Qué hice cuando mis
enemigos enfermaron?
Me vestí de cilicio: “Cuando estaban enfermos lo ahora mis enemigos, yo mismo me vestí de cilicio. Ayuné por su restauración, y su total recuperación era a Dios mi petición.”—notificó Ausencio con buena dicción. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó en esta ocasión: “Tú afligiste tu alma cuando ellos estuvieron en cama” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Cuando se enfermaron mis enemigos, me vestí de cilicio”; 07-07-2025.
Así es, Dios te los pone primero para que le ayudes, sean que tengan alguna necesidad o se encuentren enfermos. Tú, te dispones a brindarle cualquier auxilio que esté a tu alcance y de pronto, ellos mismos están dispuestos para hacer mal. Eso lo vivió también nuestro Señor Jesucristo, pero creo que en el fondo es falta de fe o por envidia. Pues por un lado no creen que Dios es quien les asiste a través de ti. Y por otro no soportan recibir el socorro, del que ellos creen no debería tener para brindarlo, porque se creen son mejores que tú. “Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; Afligí con ayuno mi alma, Y mi oración se volvía a mi seno.” Sal.35:13.
Padre, Tú eres quien me ayuda en todo y no permites que a tu siervo lo dañen, sobre todos aquellos que estando necesitados les he hecho el bien. Y mi postrer estado viene a ser mejor que el primero, porque Tú eres quien me defiende y quien me prospera en todas las cosas. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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