¿Qué haré cuando Dios rescate mi alma de destrucciones?

Te confesaré y alabaré en numeroso pueblo: “Y cuando todo haya pasado y de mis enemigos me hayas librado, te confesaré y alabaré Padre amado. Porque Tú eres quien me ha protegido y has vencido a mi enemigo.”—exaltó Eurasio estas palabras lleno de alegría y confianza. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó con elegancia: “Por la liberación, cuidado y protección de nuestro Dios, es que procede la alabanza. Es consciente, agradecida y llena de alegría.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Porque eres mi Dios lleno de amor, de adoraré Señor”; 12-07-2025.

Por eso doy testimonio de sus grandezas y la adoración y exaltación están latiendo en mi corazón. No me quedo callado de cómo Jehová me salva, me enseña, me restaura y me fortalece en su amor para servir. Por ello, toda mi alanza y adoración van para mi Dios Creador. A mi amado Señor. “Te confesaré en grande congregación; Te alabaré entre numeroso pueblo.” Sal.35:18.

Padre, mi confesión ante la congregación son sobre tus maravillas, tus cuidos y tu constante salvación. Toda mi adoración es para Ti mi Dios y con tu pueblo te enaltecemos y te exaltamos con gozo y alegría de corazón. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

 

¿En medio de la dura situación, ¿qué le digo a mi Dios?

Señor, rescata mi alma: “Cuando me encuentro en esos duros momentos, en el cual, mis enemigos quieren mi alma despedazar. Mi clamor se da a mi Dios a viva voz. Y le dijo: ¿Hasta cuándo verás esto Señor? Rescata mi alma Padre, y no permitas que leones la desgarren.”—detalló Eufrosina con mucha prisa. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con alegría: “Le hablas al Señor expresando totalmente tu situación. De tal manera que Dios pelea por vos.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “¿Hasta cuándo verás esto oh Dios? Rescata mi vida de la destrucción.”; 11-07-2025.

La vida de nuestro Señor Jesucristo se vio amenazada y afectada en múltiples ocasiones. Su prueba más dura, desde su oración en Getsemaní hasta su muerte en la cruz, pero en muchos momentos su vida estuvo apetecida por leones. Sólo la mano de Dios evitó que Él muriera antes de su tiempo. Esa súplica se escuchó mil años antes de que Él la padeciera, y aún resuena para nosotros al día de hoy. “Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.” Sal.35:17.

Padre, Tú rescatas a tiempo a tu siervo, gracias a que nuestro Señor Jesucristo padeció en sacrificio hasta su muerte, y muerte de cruz. Rescata mi alma de destrucción y mi vida de los leones. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué hicieron los enemigos del Señor?

Crujieron contra Él sus dientes: “Aduladores, burladores, y malhechores me rodearon y me lanzaron palabras hirientes. Contra mí fueron, y además crujieron sus afilados dientes.”—detalló Eucarpio con rostro compungido. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo al ungido: “Cuando la maldad se organiza para dañar, buscan gente perversa para incluso matar.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Los escarnecedores con palabras hirientes, contra mí crujieron sus dientes”; 10-07-2025.

A Jesucristo lo rodearon gente halagadora que después lo señalaba y acusaba injustamente. Los escarnecedores, lo agobiaban, golpeaban y maltrataban mientras reían. Gente de mala calaña procedió a torturarlo y quererlo despedazar. Lo amenazaron, lo insultaron y le rugieron en su cara porque eran los demonios quienes lo maltrataban. “Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes, Crujieron contra mí sus dientes.” Sal.35:16.

Padre, tu Hijo padeció realmente cosas tenebrosas con gente de la peor ralea, personas sin escrúpulos lo insultaron y torturaron. Más Él soportó estoicamente todo, por obediencia total a Ti y por amor a nosotros. Bendito Jesucristo. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué hicieron ellos en mi adversidad?

Se alegraron y se juntaron: “Cuando más me encontraba en adversidad, más se alegraron mis enemigos, más me dañaban con crueldad. No hubo compasión ni descanso, simplemente me golpearon y golpearon.”—descubrió Eustaquio a su maestro, con rostro un poco fiero. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló al respecto: “No hubo piedad contigo, tampoco Dios la tendrá contra tus enemigos.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No tuvieron piedad para con el Señor”; 09-07-2025.

Hay enemigos malignos, que actúan sin tener clemencia ni misericordia. A Jesucristo le tocó de esos mismos y por ello este salmo nos recuerda el momento por Él vivido y sufrido, para poder rescatarnos y darnos vida abundante, al reconciliarnos con Dios. Se alegraron quienes con Él se ensañaban, y se juntaron para hacerle mal gente despreciable. Lo despezaron sin descanso. “Pero ellos se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; Se juntaron contra mí gentes despreciables, y yo no lo entendía; Me despedazaban sin descanso;” Sal.35:15.

Padre, a pesar de todo esto que vivió tu Hijo Jesucristo, te dejó a Ti la respuesta para quienes lo afectaron. Pero detrás estaba tu enemigo, quien también nos tenía esclavizados, sólo con ese viacrucis pudimos ser liberados y vueltos a Ti. Gracias Señor, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

¿Cómo se dolía el rey David cuando sus enemigos estaban afectados?

Como el que trae luto por su madre: “Si el que ahora es mi enemigo sufría algún percance, yo tenia empatía, en sus pies me ponía. Como esta persona se afligía, yo me entristecía. Y si ella sufría yo también lo hacía, como si fuera mi amigo o mi familia.”—avisó Eufrasio con cierta melancolía. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dio estas palabras de sabiduría: “Tu corazón es hermoso, por eso Jehová contra ellos, jamás te dejo solo” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Si ellos enfermaban, como si fuera mi propia madre me enlutaba”; 08-07-2025.

El rey David da testimonio de que, si sus ahora enemigos enlutaban, él se entristecía y lo guardaba como si fueran sus hermanos o incluso su propia madre. Si enfermaban se vestía de cilicio. Porque uno debe de estar dispuesto a dar la ayuda necesaria a quien la requiera. Aunque después se conviertan en quienes te acusen, te señalen y quienes quieran avergonzarte. “Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.” Sal.35:14.

Padre, los que me querían avergonzar eran los mismos que atendí y ayuda les di sin condiciones. Si estaban tristes, mi alma languidecía, si estaban alegres, mi corazón se alegraba. Pero Tú eres de quienes ellos te encargas, para tu gloria. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué hice cuando mis enemigos enfermaron?

Me vestí de cilicio: “Cuando estaban enfermos lo ahora mis enemigos, yo mismo me vestí de cilicio. Ayuné por su restauración, y su total recuperación era a Dios mi petición.”—notificó Ausencio con buena dicción. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó en esta ocasión: “Tú afligiste tu alma cuando ellos estuvieron en cama” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Cuando se enfermaron mis enemigos, me vestí de cilicio”; 07-07-2025.

Así es, Dios te los pone primero para que le ayudes, sean que tengan alguna necesidad o se encuentren enfermos. Tú, te dispones a brindarle cualquier auxilio que esté a tu alcance y de pronto, ellos mismos están dispuestos para hacer mal. Eso lo vivió también nuestro Señor Jesucristo, pero creo que en el fondo es falta de fe o por envidia. Pues por un lado no creen que Dios es quien les asiste a través de ti. Y por otro no soportan recibir el socorro, del que ellos creen no debería tener para brindarlo, porque se creen son mejores que tú. “Pero yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; Afligí con ayuno mi alma, Y mi oración se volvía a mi seno.” Sal.35:13.

Padre, Tú eres quien me ayuda en todo y no permites que a tu siervo lo dañen, sobre todos aquellos que estando necesitados les he hecho el bien. Y mi postrer estado viene a ser mejor que el primero, porque Tú eres quien me defiende y quien me prospera en todas las cosas. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

¿Qué te devuelven tus enemigos?

Mal por bien: “Yo lo sé muy bien, a mis enemigos les va feo, porque me pagan mal por bien. Y debe de ser envidia, porque persiguen mi alma afligir, más por Jehová nunca es así.”—comunicó Eutropia con cierta indignación. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó esta oración: “Quien te paga mal por bien, la ira de Jehová va sobre él.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mis enemigos me pagan mal por bien”; 06-07-2025.

Todo este salmo, aunque se cumple en los seres humanos, lo padeció nuestro Señor Jesucristo. Jesús hizo siempre el bien a todos: enfermos, hambrientos, endemoniados, rechazados, humillados, traicionados, abandonados, desconsolados, etc.  Cuando ellos estaban en las malas ahí estuvo para ayudarles. El que paga mal por bien, cava su mismo mal para sí, cayendo luego en su propio pozo. “Me devuelven mal por bien, Para afligir a mi alma.” Sal.35:12.

Padre, por eso tengo como regla hacer el bien, a mis enemigos si puedo también. Porque no soy yo quien hago justicia, eres Tú quien defiendes a los que sin razón, pagan mal por bien. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.