¿Qué les pasó a
los que miraron a Dios?
Sus rostros fueron alumbrados, no avergonzados: “Todos los que miramos a Él y confiamos en Jehová, se alumbran nuestros rostros, al obtener de Él una solución sin igual. Cuando en Dios esperamos, nosotros no somos avergonzados.”—manifestó Juvenciola con algarabía. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó estas palabras de sabiduría: “Cuando Jehová te saca de un grave problema con éxito, tu rostro se alegra en extremo. Es como si una luz intensa, en pleno rostro te diera.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Los que esperamos en Dios, somos alumbrados de corazón”; 05-06-2025.
Ninguna de sus hijos e hijas que miren a Jehová para solicitarle algo que les agobia y les afecta, salen avergonzados. Por el contrario, sus rostros son alumbrados. Porque cuando tienes la solución en la mano, la alegría te embarga y tu faz se ilumina de gozo. Es el Espíritu quien nos hace reflejar esa luz que sólo proviene de ver a Dios. “Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados.” Sal.34:5.
Padre, cuando dirijo mi mirada hacia Ti, con la
plena convicción y esperanza que me darás la solución y me sacarás de cualquier
adversa situación, no soy avergonzado. Cuando te veo, mi rostro es alumbrado. La paz interior es intensa y la alegría,
tu luz mi rostro refleja. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario