¿Qué hay de más donde abundan los sueños?

Las vanidades: “La verdad es que quisiera tener una casa, y no cualquier casa, una casa digna de la hija de un rey: una mansión con 8 cuartos, doce baños y un gran balcón para saludar a la grey. Con piscina, terraza, canchas de tenis y además una pequeña plaza. Adornada por supuesto con cinco vehículos de lujo al menos. Ese en realidad es uno de mis sueños”—aseveró Eustolia con verdadera emoción. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo de corazón: “Esto es lo que vale de verdad: deja esos sueños donde abunda la vanidad y tú tan sólo ama y teme a Jehová” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Es verdad: donde abundan los sueños se multiplica la vanidad”; 20-08-2023.

El problema está que los seres humanos somos buenos a soñar y éstos suelen salirse de la mera realidad. Se van más allá de lo que en realidad podemos controlar. Comúnmente no pedimos a Dios, lo que necesitamos en realidad, sino sólo vanidades. Y para tratar de conseguirlas queremos hacer promesas a Dios “negociando con Él”: Yo te doy esto si Tú me das aquello. Pero lo que realmente será importante es la relación y amor a Dios. “Donde abundan los sueños, también abundan las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.” Ecl.5:7.

Padre, no necesito hacerte ninguna promesa realmente, porque sólo Tú me llevas a cumplir más que mis sueños paulatinamente. Lo único que necesito es amarte, seguirte, servirte y adorarte. Lo demás está en tus manos Señor y son maravillosas las cosas que por mí haces. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.