¿Qué no debemos de
creernos?
Mejor de lo que
realmente somos: “Le
dije a Eustaquio que no podía en las clases bíblicas ayudarlo. Que el tema que
me dio, no podía enseñarlo yo, pero que sí podía predicarlo. Así que me llevó
con el pastor y este domingo lo predicaré a la congragación”—compartió Aureliano
con su abnegado mentor. El sabio Gaudencio, sonriendo para sí, le comunicó
esto: “Me gusta mucho que no te hayas creído que eres un maestro, más a ti
Dios te dio un buen ministerio que ese sí, basado en tus dones, puedes con
calidad ejercerlo” Cuentos del Reino;
Daniel Aragón; “No te creas que eres mejor de lo que realmente sos”;19-04-2020.
En
la Iglesia sucede que muchos quieren aquellos ministerios que ellos consideran
más importantes. Pero como cuerpo, todos tenemos una labor importante que
hacer. Por eso, el apóstol nos exhorta a que no nos creamos mejores de lo que
realmente somos para ejercer una determinada labor con excelencia. Cuando fluimos
con lo que sabemos ejercer, llegamos a realizar las cosas con excelencia y
calidad. “Basado en el privilegio y la
autoridad que Dios me ha dado, le advierto a cada uno de ustedes lo siguiente:
ninguno se crea mejor de lo que realmente es. Sean realistas al evaluarse a
ustedes mismos, háganlo según la medida de fe que Dios les haya dado.” Rom12:3
NTV.
Padre,
que nunca pretenda ser mejor en aquellas cosas donde no soy mejor. Que pueda ser realista siempre y ejerza
aquello para lo que Tú sí me has dado destrezas y talentos; en el nombre de
Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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