¿Qué emoción te
provoca enfermarte?
La preocupación: “Aurelio estaba
muy acongojado, por eso dijo como cansado: “Estoy sumamente preocupado, mi hermano
Aureliano y su familia están en Tijuana entrampados. Ellos iban a cruzar la
frontera pero no hemos sabido noticias frescas. La preocupación me tiene sin
fuerzas”—confesó sinceramente. Su maestro le dijo esto serenamente: “La
preocupación excesiva te mortifica; es como un fósforo encendido en un cuarto
lleno de dinamita” Cuentos del Reino;
Daniel Aragón; “Déjale a Dios tu preocupación”; 29-02-2020.
Cuando
un perro toma un gran hueso lo roe y lo roe; luego, va y lo entierra, lo
esconde. Luego lo desentierra y lo comienza a roer nuevamente. Y así sigue
hasta que lo deja seco o bien, todo lo carcome. Así somos nosotros con las
preocupaciones, lo peor es que la misma nos causa afectaciones y enfermedades.
Dios no quiere que pongamos nuestros pensamientos en los problemas, pues lo que
lograremos es enfermarnos. Pero si le hablamos y le dejamos el problema a Él, encontraremos
paz y bienestar. “Mi corazón está
acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.”
Sal.38:10.
Padre,
que jamás mi preocupación me lleve hasta incluso la depresión. Que antes pueda
tener las fuerzas y la inteligencia de dejarte a Ti ese problema, para que me
des la solución del mismo. Que siempre
confíe totalmente en Ti amado Rey; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día el Señor.
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