¿Qué nos sucede
cuando andamos cargando algo malo?
Se nos sobresalta
el corazón y padecemos de espanto: “Aurelio llegó asustado, estaba todo
turbado: “Maestro, que hay me anda buscando Aureliano. Tenía años de no ver a
mi hermano. Dígale que no estoy por favor, míreme, asustado estoy”—dijo como
temblando. Su maestro le sonrió para calmarlo y le dijo muy pausado: “Aurelio,
sólo el que no ha enfrentado el daño que ha hecho en el pasado, puede sentir
temor y espanto: Enfréntate a tu hermano con la verdad y verás cómo después no
temerás” Cuentos del Reino; Daniel Aragón;
“No carguemos el mal que hemos hecho”; 24-08-2019.
No
tenemos por qué estar asustados todo el tiempo, por andar cargando sobre
nosotros el mal que anteriormente hemos hecho. Tenemos que buscar cómo reparar
el daño causado, para vivir sin temor, sin daños emocionales. Para eso tenemos
que enfrentarnos a las personas que hemos dañado, y pedir perdón por el daño por nosotros ocasionado. Sólo así podremos ser liberados y dejar atrás el temor, que por
nuestra cobardía de no arreglarlo de inmediato, fue causado. “Y dijo a
sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se
les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto
que nos ha hecho Dios?” Gén.42:28.
Padre,
he aprendido a dejar vacía mi mochila de daños causados a los demás. Porque Tú me has mostrado qué importante y
necesario es reparar los daños causados y pedir perdón por nuestros errores. En
el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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