¿Cómo deben de ser
nuestros enemigos?
Como el tamo delante del viento: “Mis enemigos, sean como el tamo que se lo lleva el viento, hacia el olvido. Y que el ángel de Jehová no los deje en paz.”—expuso Eulampio cuál era su petición a Dios ante sus adversarios y sus intenciones. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó estas consideraciones: “El tamo es una partícula vegetal inservible, además volátil, sin valor, destruible.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mis enemigos sean como el tamo del desierto”; 29-06-2025.
El tamo es una unidad de muchas partículas vegetales que generalmente son secas y sumamente volátiles. Simboliza lo que es superficial, que no tiene valor alguno y fácilmente destruible. Estas características: Sin utilidad, que pueden ser arrebatados a donde quiera porque son fáciles de cambiar ideas y propósitos, que no tienen solidez ni fundamento, no poseen ningún valor y se aniquilan rápido, los hace idóneos para ser enemigos de Dios. “Sean como el tamo delante del viento, Y el ángel de Jehová los acose.” Sal.35:5.
Padre, sean
los que me acosan convertibles a Cristo, mas si no lo eligen, san como el tamo,
y como el tamo del desierto. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo
Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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