¿Qué pasa con el
que compra lo que ha determinado como malo?
Luego se alaba por comprarlo barato: “Me gustaba aquel florero, fui donde el vendedor y le pregunté su precio. Me dijo que mil quinientos córdobas, pues era fino y bueno. Le regateé de entrada y le pregunté en cuanto era lo menos que lo dejaba. Me contestó que en mil doscientos por ser yo. Lo tomé y defectos le comencé a ver. A medida que se los señalaba, el precio bajaba y bajaba. Al final lo compré en ochocientos. Luego a mis amigas lo anduve exhibiendo y todas me decían: “Qué magnífico precio””—narró Eufrosina muy emocionada. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo para calmarla: “¿Qué tiene de bueno haber comprado un bien, al que le viste defectos por doquier?” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “¿Qué tiene de bueno comprar un bien con defectos?”; 11-09-2022.
Cuando uno está pidiendo rebaja para comprar un producto, una de las estrategias que usa es tratar de minimizar el artículo, señalando aquello que no está bueno, o no está estético, o tiene un defecto. El precio entonces baja. En Nicaragua es costumbre regatear y muchas veces consigues hasta más de la mitad del precio inicial. Y está bien, lo que no está bien, es alabarse de que compró algo “bueno”, en tan bajo precio. “El que compra dice: Malo es, malo es; Mas cuando se aparta, se alaba.” Pr.20:14.
Padre,
sólo Tú has podido comprarnos con tu valiosa sangre. Has pagado un precio
altísimo por vidas afectadas, dañadas y rotas como la mía. Y sin embargo Tú
dices que has comprado algo valioso con nosotros. No regateaste, pagaste el más alto precio: tu sangre. Gracias a ella
hoy mis pecados son perdonados y tengo ante Ti entrada: En el nombre de Jesús,
amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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