¿Para qué sirvió
la instrucción de la madre de Lemuel?
Para hacerlo rey: “Eulogia estaba alborozada, leía y leía los versos de Proverbios capítulo treinta y uno. Por eso le preguntó esto a su maestro: “Maestro Gaudencio, usted que es tan diestro, dígame: ¿Habla Lemuel, o cita a su madre en los primeros versículos del capítulo? ¿Puede acaso este rey escribir lo que su madre le declarara siendo niño o joven como si fuera ella la que le hablara? ¿Y por qué quiere Lemuel hacernos conocer esas hermosas palabras?”—le inquirió con prestancia. El sabio Gaudencio le contestó con sabia elegancia: “Lemuel la recuerda con cariño y no desestima para nada, la instrucción que recibió de su madre adorada. ¿Por qué razón? Porque su madre lo instruyó para ser rey y gobernar una nación” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La instrucción adecuada de una madre, te prepara en tu llamado y vocación”; 28-05-2023.
Hermosas
expresiones que jamás olvidó el rey Lemuel de su progenitora. “..qué hijo mío…y
qué hijo de mis deseos…y qué hijo de mi vientre”;
estas demuestran el amor que tenía por él. Pero, de las palabras tiernas pasa a
la instrucción, a la enseñanza: “No des a las mujeres tu fuerza”, le dijo: “No
seas mujeriego”; “Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes”: esto es: “No
andes con actitudes vanas, de simples, de tontos.” “¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis
deseos? No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo que destruye a los
reyes.” Pr.31:2-3.
Esas Palabras que tu Espíritu recoge Padre, de la boca de la madre de Lemuel, son tuyas. Nos hablan y nos dicen cómo debemos de actuar, porque Tú nos has llamado para ser sacerdotes y reyes de tu Reino; gracias Señor, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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