¿Qué nos enseña el predicador hijo de David?

Vanidad de vanidades, todo es vanidad: “No entiendo maestro, de verdad, cuando comienzo a leer Eclesiastés ¿por qué el rey Salomón afirma que todo es vanidad?”—preguntó Eustatio con marcado interés. Su maestro, el sabio Gaudencio le explicó de una vez: “En un mundo afectado y caído, lo que va a reinar en nosotros es el egocentrismo. Cuando hacemos lo que hacemos pensando en nosotros mismos, te digo de verdad: todo es vanidad” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Vanidad de vanidad: todo es vanidad”; 17-06-2023.

Vanidad significa “falsedad”, algo vano es una cuestión falsa. Todo aquello que no proviene de Dios y sus propósitos es falso. Por eso, todo lo que puede representar este mundo dañado, es vanidad. Todo. Aquí, el predicador, el rey de Israel comienza una reflexión basada en una conclusión: “Todo es vanidad”; luego nos explicará y ejemplos nos pondrá. Esto porque nosotros los hombres (varones y mujeres), perseguimos de una manera u otra, lo nuestro. “Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.  Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.” Ecl.1:1-2.

Padre, nos quieres quitar de un mundo que es vano, donde todo es vanidad. Porque todo es egoísmo, egocentrismo: todo pensamiento, toda intención, todo propósito. Sólo en Ti, en tus caminos, en tu Palabra, en tus planes, es que podemos hacer cosas verdaderas, de bien; acordes con la Verdad. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.