¿Qué ambición es
la que quiere Dios que tengamos nosotros?
La de conocerle
más y servir a los demás: “Eustaquio le contó a su maestro lo que un amigo le
dijo cuando le preguntó cuál era su ambición: “Me dijo: “¿Tan poca ambición
tienes? ¿Cómo puedes anhelar eso?” –le confesó. El maestro le preguntó: “Pero
qué le contestaste antes vos a la pregunta de ese señor?”—y el joven le dijo: “Le
contesté: mi verdadera ambición es vivir útilmente, estar bajo la gracia de
Dios y servirle al Señor y a mi prójimo con verdadero corazón”—el maestro Gaudencio
asintió, y sonriendo le dio con su asentamiento su visto bueno” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La
verdadera ambición es conocer y servirle a Dios”; 17-12-2018.
Nuestra
verdadera ambición no debería estar enfocada en conseguir títulos, dinero,
propiedades, fama y prestigio. Nuestra
verdadera ambición debería ser conocer a Dios y servirle con humildad y amor.
No nos debería interesar llegar a la cima del mundo; sino, estar en el monte de
Dios donde podremos conocerle y tener una relación íntima con Él. Luego
servirle, sirviendo con amor a mi prójimo. “Y
dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas,
bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días,
sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo,
sobre el cual te he puesto por rey,” 2Cr.1:11.
Padre,
requerimos de tu amor y tu cercanía; de
tus dones, de tu gracia, amor y sabiduría para poder servir mejor y darte
gloria y honor; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz
día en el Señor.
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