¿Cómo quiere el
Señor que le sirvamos?
Diligentes,
fervientes en espíritu: “Eulogia se quedó rezagada del grupo, a su maestro le
dijo enojada: “Ellos van apurados a servir comida a unos muchachos y además
quieren evangelizarlos. Yo les digo, ¿cuál es la prisa? Deben de tomar las
cosas con más calma, ellos no pueden obligarnos. Si de todas maneras nada
ganamos”—fue su conclusión expresada. Su maestro le dijo estas palabras: “Dios
no nos quiere perezosos al servir con mucha paciencia, sino que quiere que
actuemos con diligencia. Te lo afirmo
hoy: nos quiere fervientes en espíritu, sirviendo al Señor” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Sirviendo
con amor, diligentes para el Señor”; 22-04-2019.
Dios
es diligente para con nosotros. Él siempre está esperando que podamos invocarle
para ayudarnos en toda empresa que sirva en su Reino, y aún también en
cualquier otro problemas que tengamos. Podemos volcarle toda nuestra situación,
podemos hablarle de nuestros problemas, confesarle cualquier error y Él está
ahí para ayudarnos, perdonarnos y levantarnos. ¿Por qué nosotros vamos a ser
negligentes con otros? No, debemos de ser fervientes. “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor.” Rom.12:11.
Padre,
permite que pueda ser un servidor
diligente y además que siempre pueda vencer toda pereza en mí, que pueda ser
ferviente en el espíritu para servirte a Ti, al servir a mi prójimo en el
nombre de Jesús, amén, tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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