¿Qué desea Dios
sanarnos y que controlemos?
Nuestras
emociones: “Laurentino
no pudo sujetar sus emociones ni por un rato, por eso le gritó Aureliano: “Eres
la peor alimaña que pueda encontrarse, ¡me dan ganas de matarte!”—vociferó muy enojado.
El maestro Gaudencio, después que Laurentino se hubo calmado, le dijo mientras
se ponía a su lado: “Con Dios puedes sanar tu corazón, pues debes de aprender a
tener en ti un mejor control. Tus emociones te pueden afectar y dañar, y tu
futuro totalmente truncar” Cuentos del
Reino; Daniel Aragón; “Con Dios puedes tener control de tu emoción”;
27-04-2019.
Hubo
un momento en mi vida, que tenía serias dificultades en controlar las
relaciones interpersonales. Presa de la miseria emocional y la desesperación por
querer todo controlar, me encontraba en un laberinto emocional que oscilaba en
los extremos del enojo, el temor, la dependencia, la auto conmiseración, el
sarcasmo, la impulsividad y la intolerancia. Esto no sólo me hacía infeliz,
pues me hacía tener problemas con las personas, sino que también no podía
servirle a los demás. Pero con Dios todo
cambió, y ahora sí puedo tener bastante control de mis emociones. Esto sucede
porque dejo de pensar en mí: “Pero por
la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le
refirió su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una
piedra.” 1Sam.25:37.
Padre,
Tú eres quien me da la paz necesaria y la serenidad
para aceptar aquellas personas, situaciones y circunstancias que no puedo
cambiar. El valor suficiente para cambiar las que sí puedo. Me das la sabiduría
necesaria para discernir entre una y otra en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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