¿Cómo están los
que acuden al Señor?
Radiantes: “Te ves
esplendorosa, ¿cómo haces para verte tan hermosa”—le dijo Eustorgia a Orquídea,
su mejor amiga. Ella le contestó enseguida blandiendo su rostro una bella
sonrisa: “Cuando llegas al Señor y sabes que todo Él te perdonó, entonces ya la
vergüenza pasó, no hay más humillación. Aun cuando fallas, acudes a Dios y la vergüenza
se larga. Y quitada de tu rostro la preocupación, tu tez se vuelve radiante
al recibir del Señor tanto amor” Cuentos
del Reino; Daniel Aragón; “Rostro radiante por el total perdón del Señor”;
15-05-2020.
La
vergüenza, la preocupación por haber fallado en algo, el sentido de
culpabilidad que te acusa internamente y no te deja tranquilo: todo eso pasa y
el Señor te hace sentir tranquilo. Porque Él es el único que nos puede juzgar y
cuando Él nos ha limpiado del pecado y no nos acusa por algo, sino por el
contrario: nos ha perdonado. Entonces ya no hay porque sentir vergüenza, ni
porque estar preocupados. . Por tal motivo tu rostro se vuelve radiante, como
iluminado. “Radiantes están los que a él
acuden, jamás su rostro se cubre de vergüenza” Sal.34:5 NVI.
Padre,
cuando acudo a Ti para confesar mi error, mi pecado, mi delito; Tú jamás
desechas un corazón contrito, arrepentido. El
perdón otorgas a quienes acudimos a Ti y nuestro rostro refleja tu gracia al
volver a sonreír; e iluminarse para tu gloria en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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