Por
fe: “Eulalio
venía alegre, por eso dijo con acelere: “Oré por sanidad de un enfermo con cáncer
terminal, y me doy cuenta que se sanó. Esto es porque santo soy, pues obedezco
y hago la ley de mi Señor”—afirmó categórico. Su maestro, el sabio Gaudencio le
habló pausado, sin ponerse eufórico: “El poder del Espíritu Santo no lo recibes
de Él, porque tú eres fiel y jamás le fallas a Él. No, lo recibes porque tú le
has creído que recibes poder de Él para sanar, y además crees que con Él eres
capaz de vencer” Cuentos del Reino; Daniel
Aragón; “No sanas porque obedezcas la ley, sino porque crees en Él”;
25-09-2020.
El Espíritu Santo se manifiesta donde hay fe, no en aquellos que “obedecen la ley”. La Palabra de Dios es clara: No hay justo, ni aún uno. Todos somos pecadores, pero todos nosotros en Cristo, somos “justificados por el Espíritu Santo, de manera que Él en nosotros y porque así le place, hace milagros por doquier cuando creemos en Él. “Vuelvo a preguntarles: ¿acaso Dios les da al Espíritu Santo y hace milagros entre ustedes porque obedecen la ley? ¡Por supuesto que no! Es porque creen el mensaje que oyeron acerca de Cristo.” Gál.3:5 NTV.
Padre, creo que tu Santo Espíritu es quien hace los milagros y usa nuestras manos para proceder a dar y manifestar tu bondad al sanar o hacer cualquier otro, hecho prodigoso, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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