A quién ama la Sabiduría?

A los que la aman: “¿Les gusta pues la sabiduría? ¿Querrían adquirirla algún día?”—esta vez las preguntas provinieron del sabio Gaudencio, el buen maestro. Todos los del salón quedaron en reflexivo silencio. Pero al fin lo rompió Eustaquio, quien preguntó a manera de comentario: “¿Tiene un precio adquirirla, hay que hacer algo para obtener sabiduría?”—se atrevió a indagar. Su ayo, le dijo sin más: “Quienes la quieren hallar, temprano la han de buscar” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La sabiduría se halla buscándola de madrugada”; 23-10-2021.

La Sabiduría ama a los que la aman. Y si amamos a la Sabiduría la buscamos desde temprano. ¿De joven?, ¿de madrugada? Sí, debe de ser una constante esa búsqueda. Hoy, no sólo recurriremos a la Sabiduría, sino que también la desearemos y la buscaremos como a tesoros: orando, leyendo la Palabra de Dios, meditando, reflexionando, escribiendo, compartiendo. “Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan.” Pr.8:17.

Padre, amo a la Sabiduría, la he buscado desde joven, y la sigo buscando aún hoy. Cada día Señor la busco por todas partes: en la oración, en la reflexión, en tu Palabra, en las actitudes y conversaciones mías y de los demás: Y me doy cuenta que ahí está. La adquiera cada día Señor, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.