¿Qué
es lo que no falta en las muchas palabras?
El pecado: “Eufrosina llegó llorando, así se expresó sollozando: “Mi amiga Eustosia me acaba de dar una información, que me causó mucho dolor. Como habla por los codos en un momento se le escapó, que mi hermano no quiso prestarme un dinero que le solicité yo. Tenía el dinero, mas no quiso hacerlo y eso mucho me dolió”—finalizó su relato aun gimiendo. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo muy diestro: “Eso es un chisme que sólo sirve para herirte. La persona que mucho habla, pecado no le falta” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “A la persona que mucho habla, pecado nunca le falta”; 21-11-2021.
Hay que saber cuándo es que debemos de hablar y qué es lo que vamos a decir, qué vamos a contestar. Esto es ser prudente de labios. Hay personas que se apresuran a hablar y lo que hablan no es coherente con lo que se pregunta y suelen también hablar más cosas de las que le inquirieron. Muchas, después de esto, no paran de hablar e informan cosas que no vienen al caso, o incluso, cosas que hasta pueden dañarlos. “En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.” Pr.10:19.
Padre, permíteme que siempre refrene mis
labios y hable sólo las cosas que sean necesarias. Que no me exceda, ni use palabrerías y que mis respuestas estén acordes
con lo que se me solicite. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo
Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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