¿Qué
pasa el que detiene el castigo a su hijo?
Lo aborrece: “Es que no entiendo, ¿por qué va a odiar un padre o una madre a su hijo, sólo porque no le da castigo?—preguntó Eustosia con ahínco. Su maestro, el sabio Gaudencio le explicó muy diestro: “De niño tenía infectada una herida, mi madre me llevó al hospital a enfermería. La enfermera habló conmigo amablemente y me explicó lo que iba a hacer. Luego el área infectada lavó bien y después me apretó tan fuerte la herida que parece dolerme todavía. Inmediatamente me raspó toda la llaga hasta hacerme sangrar, para luego echarme merthiolate y del ardor hacerme brincar. “Esto es necesario hacer para que puedas sanar y evitarte un mayor mal”—me dijo. Eso mismo hace quien da castigo a su hijo” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “¿Quieres el alma de tu hijo (a) sanar?, el castigo has de aplicar”; 25-02-2022.
Por supuesto que no es castigar al hijo (a) por hacerlo. No, nadie raspa una pierna sana ni la desinfecta si no hay una herida. De la misma manera la disciplina. Como al que cura, le duele el dolor del paciente, pero sabe que es necesario hacerlo si un problema mayor evitarle quiere. Porque de no curar algo pequeño, puede infectarse hasta la muerte. Así igual con tu hijo o hija que se ha portado mal. Sin maltratarlo (a), hay que castigarlo. “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.” Pr.13:24.
Padre, todo padre que ama disciplina y
castiga a su hijo (a), de tal manera que luego el muchacho o la chica endereza
su camino, para luego ser alguien que va a bendecir a los demás y no alguien
que vaya a hacer mal. Que pueda corregir
como Tú, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día
en el Señor.