jueves, 3 de febrero de 2022

¿Un haber precioso del hombre?

La diligencia: “Simplemente admiro a Eustaquio, es muy responsable en su trabajo. Además, siempre labora con interés, cuidado y eficacia en todo lo que hace y siempre hace de más. Es rápido, pronto y ligero a la hora de hacer las cosas: bueno, todo lo hace con esmero”—comentó Eustorgia entusiasmada. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo en forma alborozada: “Es que él es diligente, un don precioso de Dios que lo hace ser en todo eficiente” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Diligente: don precioso de Dios que te hace eficiente”; 01-02-2022.

Lo contrario de diligente es negligente. Una persona negligente es indolente (que no siente dolor, ajeno a todo), esto es: apática, floja y perezosa. Por tal motivo no termina aquello que ha comenzado, no ve frutos; menos resultados. Dios desea que seamos diligentes en todo, más, en obedecerle y creerle. “El indolente ni aun asará lo que ha cazado; Pero haber precioso del hombre es la diligencia.” Pr.12:27. 

Padre, sea tu siervo diligente en todo, que siempre ponga ese interés, ese deseo por hacer las cosas bien y con excelencia.  Que en todo actúe con esmero y calidad para tu gloria; en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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