¿Qué haremos sí
Dios tiene de nosotros misericordia?
Alabarlo y contar cuán hermoso es Jehová Dios: “¿Cómo no adorarle? ¿Cómo no alabarle? Si cuento con su amor que sobre mí ha desbordado, ¡Él es Jehová mi Dios amado! Cantaré sus maravillas en mi congregación, en mi casa, en mi barrio, en mi nación. Yo me gozaré en Él porque me ha dado su amor y salvación”—casi cantó Eustorgia. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con euforia: “La alabanza nace de un corazón agradecido, porque Dios ha sido bueno contigo y conmigo.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Me das bondad y cantaré de tu verdad”; 23-06-2024.
Cuando uno es objeto de la misericordia de Dios (que son nuevas cada día), el deseo de alabarle, cantarle, adorarle en agradecimiento; o como extasiado de su amor y grandeza, sorprendido de sus proezas e impactado por su nobleza y salvación, es algo que brota directamente del corazón. Por eso a diario le alabo yo. “Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion, Y me goce en tu salvación.” Sal.9:14.
Padre
bendito, cante yo al escribir tus
alabanzas, tus proezas y me goce plenamente contigo y en tu amor y salvación, y
aún más porque sólo Tú eres Dios, Jehová mi Señor. En el nombre de Jesús, amén.
Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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