¿Qué les paso a los
enemigos de los hijos de Dios?
Perecieron, fueron desolados: “Baudelio hizo el comentario muy serio: “Muchas son las naciones y las ciudades que Dios derribó, aquellos que nadie recuerda, el mundo las olvidó: Amón, Moab, Edón. Aram, Siria, Canaán y muchas más”—aseguró el joven sin más ni más. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo ahí nomás: “Ciertamente Jehová no sólo destruye al malo, también hace desaparecer ciudades, pueblos y naciones que de Él se apartaron o que a sus hijos afectaron.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Dios de las naciones tiene el control”; 14-06-2024.
Dios es el Dios no sólo de los hombres, también de las naciones. Y Juzga tanto al ser humano como a los pueblos enteros. Y Él es quien hace levantarlas y Él es quien puede dispersarlas, desolarlas, derribarlas, y hasta olvidarlas. Todo es que como nación quiera hacerse enemigo de Jehová Dios, o que a sus hijos quieran afectar. El Dios de las naciones ciertamente es Jehová. “Los enemigos han perecido; han quedado desolados para siempre; Y las ciudades que derribaste, Su memoria pereció con ellas.” Sal.9:6.
Padre,
Dios de las naciones eres y Tú Juzgas a cada una de ellas, pueden exaltarse
porque han hecho de Jehová su Dios, o
pueden ser arrasadas y olvidadas porque han afectado a los hijos de Dios o
bien, de Él se hicieron sus enemigos. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y
amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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