¿Qué es lo que no
podemos entender sin los mandamientos saber?
Nuestros propios errores: “Si no tuviera la Palabra de Dios, ¿cómo podría entender mi error? No habría manera de medir y de conocer qué es lo bueno, qué es lo malo. Mas su Palabra me guía y lo bueno y lo malo me indica.”—explicó Juvenciola con seguridad. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo ahí nomás: “Aún hay otros errores que ni siquiera sospechamos, están ocultos en lo profundo de un océano interno, hondísimo y ancho” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Uno no entiende sus errores, por subsiguiente menos los ocultos en el subconsciente”; 12-11-2024.
Normalmente uno puede pensar que es bueno, o que todas las veces actúa con buenas intenciones. Muchos hemos pensado que somos “buena gente” y que así actuamos. Hasta que nos vemos confrontados con la Palabra de Dios. Ella nos desnuda el alma y nos permite ver tal y como somos. Pero aún hay más, errores o defectos de carácter ocultos. Y son ocultos porque los realizamos de forma inconsciente. Están profundamente arraigados en el subconsciente y una palabra, un gesto, un olor determinado, un sonido específico, pueden hacer brotar la soberbia, la desconfianza, el odio, el rencor, la venganza, la conmiseración, el orgullo, la vanidad, la lujuria, la gula, y tantas otras más. “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.” Sal.19:12.
Padre, sólo Tú puedes entender mis propios errores y
sólo Tú puedes liberarme de ellos, aún de aquellos que me son ocultos. La meditación de tu Palabra me permite
poder reconocerlos y saber que sólo Tú, tu gracia, tu amor y misericordia me
pueden liberar, sanar, y perdonar en Cristo Jesús, amén. Tu hermano y amigo
Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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