¿Una petición de
corazón?
Guarda mi alma y líbrame: “Pues yo le suplico al Dios que gana toda batalla: líbrame de esta terrible situación y guarda mi alma. Mira mi sufrimiento Jehová amado, no permitas que sea yo avergonzado. Mis enemigos quieren que yo de traspiés, porque en Ti espero, en mi Dios confié.”—reveló Esculapio desde el fondo de su corazón. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con admiración: “Y ten la seguridad, que avergonzado jamás serás, cuando confías totalmente en Jehová.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Guarda mi alma y líbrame, que sea avergonzado no lo permitas”; 09-02-2025.
Nuestra alma siempre debe de ser por Dios guardada, porque de ella brota la fe, y fe es vida en Dios. Cuando sufrimos estos duros percances, nuestra fe es puesta a prueba. El enemigo siempre va a querer que nosotros dudemos o bien blasfememos contra Jehová. Lo primero: guarda mi alma Jehová. Después: líbrame de este momento. Y no permitas que salga avergonzado porque en Ti, totalmente he confiado. No lo seremos nunca. “Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.” Sal.25:20.
Padre, cuando he estado en esos afectados momentos
Tú has guardado mi alma, porque mi fe has restablecido y aumentado. De todas mis angustias me has librado y
además, JAMÁS, he sido avergonzado; ni por mis enemigos y menos por haber en Ti
confiado. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz
día en el Señor.
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