¿Qué afirmé en mi
prosperidad?
No seré conmovido jamás: “Creía que nada me iba a afectar, en mi prosperidad me dije: No seré conmovido jamás. Pero cuando en grande pequé, fui turbado, estuve totalmente desesperado.”—declaró a su maestro Gualterio, con rostro muy serio. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con aspecto sereno: “Ahí te equivocás, pensar que Jehová por tu prosperidad, no te puede turbar.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Dios ante mi maldad va a reaccionar”; 04-04-2025.
Cuando obedecemos a Jehová en lo que Él nos determina hacer, la prosperidad es tan fuerte como un monte alto asentado en un valle. Pero si comenzamos a desobedecerle, Él puede mover los montes de un lugar a otro. Entonces podemos ser turbados y por un momento podemos perder su favor. “En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido, Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte. Escondiste tu rostro, fui turbado.” Sal.30:6-7.
Padre, no escondas jamás tu rostro de mí Señor,
muéstramelo acorde con mi fe y mi amor por Ti en Cristo Jesús. No sea turbado y hazme mejor entender,
tener prudencia y buen juicio y así tener siempre tu favor. Para tu gloria y mi bien. En el nombre de
Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario