jueves, 28 de marzo de 2024

¿Adónde metería la esposa al esposo?

En la casa materna: “Me encantan tus bellas enseñanzas—le dijo Güendolina a Laurentino con alegría de alabanza—yo te llevaría a mi materna casa para que ahí me enseñes tu palabra. Tomaríamos vino adobado, con el mosto de mis granados.  Y cómo le gustó maestro a mi amado, esa propuesta que por a amor a él por mí fue hecha”—le finalizó la joven a su maestro, con voz quebrantada por la emoción. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo de corazón: “Hermoso gesto de amor, es que quieras conversar con tu esposo con verdadera pasión” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Vamos a la casa materna para que me enseñes tu Palabra eterna”; 22-03-2024.

Cuando la novia dice “la casa de mi madre”, en este caso representa la Iglesia. Es el lugar más confiable que ella posee. Ella quiere que ahí todos conozcan su pasión por su esposo y desea compartirla con lo demás creyentes. Es el mismo Señor quien nos enseña acerca de Él por su Espíritu. Ese vino es la unción del Espíritu y es “adobado” con el fruto del mismo. “Yo te llevaría, te metería en casa de mi madre; Tú me enseñarías, Y yo te haría beber vino Adobado del mosto de mis granadas.” Cnt.8:2.

Padre, en tu Iglesia recibo las enseñanzas de tu amado Hijo de su Palabra, y el propio Espíritu Santo nos la da a entender. Que ella produzca el fruto del Espíritu en mí, para poder ese gran amor tuyo compartir. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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