¿De qué debemos de librarnos?
De toda amargura, furia, enojo: “Airada venía Eulogia, por eso dijo girando y gritando como una noria: “No aguanto a mi padre, lo odio, y voy a hacer todo lo contario de lo que él me mandó para yo no obedecer”—se expresó sin ninguna censura. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con dulzura: “Debes de quitar de ti toda amargura, toda palabra áspera, todo enojo, toda furia. Además debes evitar tener esa mala conducta” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Libres de toda amargura, furia y mala conducta”; 06-11-2020.
Parece fácil, pero no lo es. Realmente es una tarea titánica donde sólo el Espíritu Santo puede ayudarnos. Para librarnos de toda amargura se necesita tener la capacidad de perdonar los daños recibidos. Aquí damos un paso para sanarnos de la furia y el enojo, porque son manifestaciones subyacentes de la ira, el cual en este caso es un afluente de los resentimientos, de la amargura. Asimismo sucede con la mala conducta. “Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta.” Efe.4:31 NTV.
Padre, te pido que me ayudes a mantenerme
siempre libre de toda amargura, y esto sólo sucederá si no albergo
resentimientos por la falta de perdón. Con
esto me libraré del enojo, las palabras ásperas, las calumnias y la mala
conducta como fallas resultantess de la amargura, en el nombre de Jesús, amén.
Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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