¿De qué se cansa
el perezoso?
De llevarse comida a la boca: “Pero, ¿por qué usted le da de comer a Juevenciola, no mira que no trabaja, no produce, es perezosa?”—preguntó enojado Pudenciano a doña Eurosia, la mamá de Juevenciola. “Tal vez si le damos proteína, en carnes y ensalada, podamos verla dinámica”—argumentó la progenitora. Pero, maestro, en eso que se despierta Juvenciola y comiendo de su plato gritó al rato: “Mamá, ven y dame ahora tú de comer. Yo ya me cansé”—finalizó Eufrosina con tremenda risa. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo sin prisas: “El perezoso hasta de llevar el bocado a su boca, se cansa con tan poca cosa” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Hasta de llevar a su boca el bocado, se cansa el haragán”; 06-03-2023.
Yo lo había oído en chistes o visto en algún programa cómico tal acción. Nunca pensé que fuera cierto hasta que lo leí en este hermoso proverbio. El holgazán, hasta para llevarse el bocado a su boca se cansa. Esto me imagino, tiene que ver con alguna enfermedad que se desarrolla con ese terrible mal. Sólo Jesucristo de ese estado nos podrá liberar. “Mete el perezoso su mano en el plato; Se cansa de llevarla a su boca.”Pr.26:15.
Padre,
jamás he experimentado tal acción ni lo quiero hacer. Que la pereza esté lejos de mí, porque quiero servirte con diligencia y
amor. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día
en el Señor.
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