¿A qué se compara
el hombre que se va de su lugar?
Al ave que se va de su nido: “Esculapio de su país se marcharía. Su esposa Eunomía en casa con sus dos hijos se quedaría. Poder tener una mejor oportunidad laboral Esculapio quería. Poder ganar más para luego, al regresar, hacerle mejoras a su hogar. Y se fue, pero su hogar quedó como un desierto y aunque enviaba dinero al poco tiempo, su ausencia no se llenaba ni con plata, ni con llamadas”—contó Eufronia con tristeza. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo a modo de fortaleza: “Así como un ave se va de su nido dejándolo vacío, así es el hogar del hombre que se va de su lugar, supuestamente para mejorar” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Como nido vacío queda el hogar del hombre que se va de su lugar”; 25-03-2023.
Es triste cuando alguien se va de un hogar, ya sea un hijo, una hija, un primo o prima. Pero aún es más triste cuando un padre o una madre tienen que separarse de la familia por razones de trabajo, o por tantas otras. Ese vacío no se llena con nada y a la postre el daño que se ocasiona en los hijos, es más caro, que lo material que se pudiera conseguir por irse solo o sola, sin la familia. “Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar.” Pr.27:8.
Padre,
ya experimenté alguna vez salir de mi hogar y dejarlo como nido vacío por
algunos pocos meses. Y eso fue realmente
terrible, tanto así, que aunque mi esposa y mi hija me acompañaron, mis dos
hijos que aquí se quedaron se vieron de alguna manera afectados. Por tal razón
me prometí: Nunca más dejaría mi hogar. Ayúdame a cumplirlo siempre. En el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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