¿Qué se hace difícil muchas veces?

Controlarse y no hablar: “No me pude aguantar, cuando estando entre los malvados los escuché hablar. Yo callaba, de Dios no hablaba. Pero al escuchar semejantes patrañas, no aguanté porque me ardieron mis entrañas. De tal manera que me puse a responderles con mi lengua, les hablé con conciencia.”—informó Euríalo con molesta voz. Su maestro, el sabio Gaudencio, así le profirió: “Te entiendo y te comprendo, porque dominar su lengua es de perfectos.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Escuché al malvado hablar y mi lengua no pude controlar”; 26-09-2025.

No es fácil poder controlar las emociones que a uno pueden llegarle a embargar, cuando está escuchando sandeces y blasfemias. El problema es que envuelto en esa marea emocional, nuestras palabras no serán las adecuadas, ni posiblemente, llenas de bondad. Lo más probable, es que vayamos a arrasar. “Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor. Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua:” Sal.39:2-3.

Padre, pido perdón cuando mi lengua no puedo contener, porque me envuelven las emociones y mi lengua profiere no buenas expresiones. Ayúdame siempre a quedarme callado, cuando esto es necesario. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué me prometí a mí mismo?

Atender mis caminos para no pecar con mi lengua: “Es que no me fijaré en lo que hablan o hagan los demás, atenderé mis propios asuntos, para con mi lengua no pecar.”—expuso Eurosia con mucha energía. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dio estas palabras llenas de sabiduría; “Qué bueno que te centres en tus caminos, y que no mires ni juzgues las sendas de los impíos. Así tu lengua no hablará ni juzgará, y con ello, no pecarás.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Me centro en mis caminos y no en lo que hace el impío”; 25.09-2025.

Uno tiende a juzgar, hablar y decirle a otros acerca de sus malos comportamientos. Pero lo correcto, si entre personas no creyentes estamos, es cerrar la boca y atender lo nuestro. Porque nos gusta ver la paja en el ojo de nuestro prójimo, pero no vemos la tranca que tenemos nosotros. “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.” Sal.39:1.

Padre, que pueda tener siempre mi boca cerrada, cuando vea en los demás sus fallas. Que proceda a atender mis caminos, revisarlos, y exponerlos delante de Ti. Porque he de considerar siempre mi situación, antes de juzgar. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿En esos momentos duros, qué le solicito a Jehová?

No me desampares, apresúrate a ayudarme: “En los momentos duros, aquellos que por mí son un desastre, le pido a mi Dios de corazón: No me desampares. Apresúrate a ayudarme.”—notificó Eucario con marcado entusiasmo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con mucho ánimo: “Una hermosa petición la que le haces al Señor. A Él le declaraste tu error, ahora sólo deseas su protección y amor.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Apresúrate Jehová a ayudarme, no me desampares”; 24-09-2025.

Una oración nacida del corazón contrito y humillado, que brota después de haber a Jehová, nuestra falla confesado. Además, le expusimos nuestra situación y cómo los enemigos se han multiplicado y nos buscan para acabarnos. Es una súplica de ayuda, porque no hay nadie más quien pueda hacerlo. Momentos que sólo contamos con Dios. “No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí. Apresúrate a ayudarme, Oh Señor, mi salvación.” Sal.38:21-22.

Padre, sé que Tú jamás me desampararás, aún cuando haya yo fallado. Tú no eres de aquellos que acusan, señalan y desechas a los tuyos. Menos cuando hemos confesado nuestra falta y situación. Apresúrate siempre a tenderme la mano para ayudarme, como lo has hecho siempre. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué pasa con aquellos que les he hecho bien cuando fallo?

Me son contrarios: “A los que he hecho bien, cuando fallo, me son contrarios. Algunas veces hasta ellos mismos se prestan, con los enemigos del reino, a hacerme daño.”—descubrió Güendolina un poco impactada. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo a su discípula amada: “Ellos no entienden, que si tú hiciste mal y te arrepientes, para Dios eso es suficiente” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “A los que he hecho bien, me atacan y me señalan”; 23-09-2025. 

Aquellos que antes había ayudado, los que les hice el bien, ahora me son contrarios. Esta realidad le pasó a Jesucristo, que siempre nos hizo el bien. Ahora, con el rey David, pasa lo siguiente: Él ha hecho el bien a cierta gente, hizo algo malo no a ellos, pero encuentra que éstos le hacen mal. Le son contrarios, le atacan, le juzgan y le señalan. Y esto lo lleva delante de Dios. “Los que pagan mal por bien Me son contrarios, por seguir yo lo bueno.” Sal.38:20.

Padre, aquellos que uno les ha hecho bien y luego te atacan, te señalan, te acusan y te quieren aniquilar; los he puesto delante de Ti Señor, y Tú les has pagado conforme el odio en su corazón. Por mi parte, antes te he pedido perdón por mi error y mi mano nunca actuó contra ellos. Por el contrario, me he hecho responsable y Tú me has sostenido para no caer. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

¿Por qué he de confesarme ante Dios?

Porque mis enemigos están vivos y fuertes: “Claro que a Dios le confieso mis fallas y me acojo a su suerte. Y así lo hago porque mis enemigos están vivos y fuertes. Hasta puedo observar que se han aumentado los que me aborrecen.”—comunicó Eduardito un poco contrito. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló al ratito: “¡Qué lindo! Así no das pase al enemigo.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mejor le confieso mis pecados a Dios, no doy argumentos a los enemigos del Señor”; 22-09-2025.

Es de inteligentes saber y conocer a Jehová Dios. Porque uno cree que si hago algo mal, y le ofendo, ¿para qué confesarle si Él siempre me está viendo? Pero no, mis enemigos están vivos y fuertes y se aumentan contra mí, mejor le confieso a Dios mi falta y me arrepiento. De esa manera, los dejo sin argumentos para que me hagan mal. “Porque mis enemigos están vivos y fuertes, Y se han aumentado los que me aborrecen sin causa.” Sal.38:19.

Padre, te declaro mis faltas y mis fallas, con el fin de estar en comunión contigo y para no darle a mis enemigos (que son los tuyos también), argumentos que usen contra mí. Mejor te confieso a Ti mi actuar y mi sentir, me arrepiento del mal hecho, y en Ti espero. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón, Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué debo de hacer cuando esté a punto de caer?

Confesar mi maldad y contristarme por mi pecado: “Cuando estoy al borde de un colapso, haciendo frente a un dolor constante, ante Dios confieso mi pecado. Y mi arrepentimiento viene desde dentro de mi ser, pues sé que le ha fallado a Él.”—compartió Laurentino con rostro afligido.  Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló a su discípulo; “Cuando a Jehová le confiesas tu mal, Él te limpia de toda maldad.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Cuando siento que colapso, confieso ante Dios mi pecado”; 21-09-2025.

A punto de deprimirse, angustiado y afectado, procede el rey David a confesar ante Jehová su pecado. Se aflige por el mismo y se arrepiente del mismo. Por eso le dice a sus enemigos y a quienes se alegran porque lo ven caer, que no se alegren, porque cuanta conque Dios mirará su caso desde su justicia, que pasa por la extensión para Él de su misericordia. “Pero yo estoy a punto de caer, Y mi dolor está delante de mí continuamente. Por tanto, confesaré mi maldad, Y me contristaré por mi pecado.” Sal.38:17-18.

Padre, que confiese siempre mis faltas y mis pecados ante Ti oh Jehová, para no caer en ese colapso emocional, con ese agobiante dolor constante. Mejor te declaro a Ti mi maldad y solicitaré tu misericordia y enseñanza, el camino para levantarme y proseguir nuevamente en Ti, y para Ti. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué les digo a quienes me acechan por mi pecado?

No se alegren de mí: “¿Qué les puedo a mis enemigos decir? Pues, no se alegren tan rápidamente de mí. Aunque mi pie resbale, no me hagan pequeño, para que puedan engrandecerse ellos.”—aseguró Pudenciano con mucho ánimo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le respondió magnánimo: “Cuando quieren afectar a un hijo de Dios, que recuerden que Jehová es tu protector.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No se alegren cuando falle, tengo quien me levante”; 21-09-2025.

Hay gente que se alegra cuando alguien falla, porque como saben que no podrán llegar hasta la altura en que el que falló andaba, se gozan no importando nada más. Como son pequeños, creen que al caer, ellos se hacen más grandes. No es así. Porque aún en la derrota Dios está con quien le invoca y le expresa su situación de manera sincera. Te aseguro, que el que cayó vuelve a levantarse para seguir adelante. “Dije: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan sobre mí.” Sal.38:16.

Padre, que no se alegren los que creen que por resbalarse mi pie y me ven caer, ahí quedaré. Porque contigo puedo vencer hasta mi propio error Señor. Porque Tú eres mi Dios en todo momento y toda situación. Me enseñas y me llevas a mis alturas nuevamente. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.  

 

¿Quién oirá, quién responderá?

Jehová: “Se lo he dejado todo a Él, por eso las ofensas no he escuchado, porque en Jehová yo he esperado. Sé que Él se encargará de todo, Dios les responderá a su tiempo, a su modo.”—reveló Secundario a su maestro con buen tono. Su maestro, el sabio Gaudencio, le comunicó con decoro: “Le has dejado el problema a Jehová, ten la seguridad, que Él les responderá.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Jehová a tus enemigos a su tiempo les responderá”; 19-09-2025.

Que decisión más acertada es esperar que sea Jehová quien responda a quienes te ofenden, te afectan, te quieren dañar. Como sordo y como mudo, uno debe de actuar, y dejar que Dios sea quien se encargue de tal asunto. Tengamos la certeza de que ciertamente Él responderá con presteza, justicia y contundencia. “Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.” Sal.38:15.

Padre, espero en Ti que respondas a mis agresores y enemigos. Sé Tú Señor actuando y respondiendo, no sea yo quien busque la justicia por mi mano o mi venganza. Tú sabrás responder mucho mejor que yo. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Cómo soy ante las ofensas y maldiciones?

Como hombre que no oye, y en cuya boca no hay reprensiones: “Cuando me dicen amenazas, ofensas o cosas hirientes, soy como el hombre que no oye, no habla, no siente. Hago como que no oigo y no digo nada, todo se lo dejo al Dios que me protege y me levanta.”—manifestó Venustiano con manifiesto ánimo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó magnánimo: “Es mejor hacerse el sordo y el mudo, que ofender y gritarle a todo el mundo”; 18-09-2025.

Palabras ofensivas es mejor que se resbalen y sigan su curso sin darles cabida en uno. Si así lo hacemos, no tenemos por qué responder, no hay necesidad de decir absolutamente nada. Si dices algo, daremos pie para que sigan las ofensas avanzando. Sería como una rueda sin fin. Mejor así. No se oye, tampoco hay reprensiones. “Soy, pues, como un hombre que no oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.” Sal.38:14.

Padre, dame fuerzas y entereza para ser como el hombre que no oye, ni tampoco contesta con reprensiones. Porque todo eso, mejor a Ti te lo dejo. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué hago cuando mis enemigos me amenazan y hablan iniquidades?

Soy como sordo y como mudo: “¡Claro que los escucho! Mas no dejo que sus dañinas palabras entren a mi corazón. Actúo como sordo y como mudo, no les contesto, esto hago con determinación. De esa manera logro la paz en mi interior.”—confesó Juvenciola con su rostro alegre, de buena onda. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo sin sorna: “Buena actitud ante esa maldad. Eso le agrada a Jehová.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Sordo y mudo, así sandeces no escucho”; 18-09-2025.

Si no escucho lo que me dicen, no sabré qué contestar. Por tanto, de mi boca no saldrá hiel ni amargura. Ahora bien, los oigo, pero no los escucho. Esto quiere decir, me doy cuenta de las barbaridades que dicen, mas no dejo que esas palabras entren a mi corazón. De tal manera que también, como mudo actúo yo. No hablo. Ni contesto nada. Paso como quien no es con él la cosa. “Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca.” Sal.38:13.

Padre, por algo dice el refrán: “A palabras necias, oídos sordos”; pues cuando ofenden o dicen blasfemias y falsedades; mejor es no oírlas y menos contestarlas. Aun cuando puedan decir verdades cuyo fin es acusarte, maldecirte, dañarte. Lo mejor es pedir perdón desde nuestro interior y dejárselo todo a Ti, amado Señor. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué hace el enemigo que quiere afectarme?

Busca mi vida y arma lazos: “Definitivamente, mis enemigos quieren afectarme: buscan mi vida, arman lazos, hablan iniquidades. Cuando aparentemente no hacen nada todavía, meditan fraudes contra mí, todo el día.”—declaró Aureliano con bastante ánimo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le expresó sin desánimo: “Tal parece que tus enemigos te acechan constantemente, para hacerte el mal planean diligentemente.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Buscan mi vida, arman lazos: hacerme mal es su trabajo”; 17-09-2025. 

Aquellos que nos persiguen buscan nuestra vida. Ellos arman trampas, hablan maldades e iniquidades, embustes. Están planeando todo el día cómo afectarnos. El enemigo realmente no descansa, busca cómo eliminarnos. Pero nuestro Padre está atento y frustra sus malévolos planes. “Los que buscan mi vida arman lazos, Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, Y meditan fraudes todo el día.” Sal.38:12.

Padre, Tú eres quien me protege y salvaguarda mi vida. También destruye todas las falacias y habladurías. La iniquidad que ellos planifican contra mí, se les vuelve contra ellos. Porque Tú eres mi Protector y mi Refugio Señor. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

¿Qué pasa con nuestros amigos y compañeros cuando erramos?

Se mantienen lejanos: “Eso es así, cuando fallo todos mis amigos se alejan de mí. Y aún mis parientes más cercanos, se corren, ni siquiera me dan la mano.”—declaró Tertuliano con determinación. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con convicción: “Cuando uno está mal, tus amigos más cercanos de ti se alejan y se van” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Cuando estoy mal porque he pecado, mis amigos se van de mi lado”; 16-09-2025. 

Afligido, enfermo y abatido; ¿quién querrá estar conmigo? Nadie. Realmente todos se apartan, amigos y familiares. Cuando estás bien y puedes bendecir, todos quieren unirse a ti, pero si estás mal y afectado, todos huirán de tu lado. Todos menos, uno: tu Dios amado. Él no nos abandona nunca, porque Él, en momentos difíciles, fue abandonado. “Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, Y mis cercanos se han alejado.” Sal.38:11.

Padre, Tú nunca nos abandonas. Los amigos cercanos y hasta los familiares huyen de nosotros, como quien huye de la plaga. Mas Tú no nos abandonas jamás, Padre Celestial. Por el contrario, nos levantas de ese estado calamitoso para tu gloria, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué pasa con mi corazón cuando fallo?

Está acongojado: “Mi corazón se aflige y hasta mi vigor pierdo yo. Y aún la luz de mis ojos se desvanece en mi interior. Me siento así cuando le he fallado fuertemente al Señor.”—exaltó Secundiano con sincera declaración. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo de corazón: “Dolor de arrepentido, pues vencer sobre el pecado no pudo ser realizado.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Cuando peco ante Dios, se me acongoja el corazón”; 15-09-2025. 

La aflicción de corazón llega cuando uno a fallado de calle al Señor. El vigor se aparta de uno y llega a desfallecer. No puede ni mirar bien, pues la luz no entra por las lágrimas derramadas. Ese sentimiento y estado, sólo puede ser sentido por alguien que sabe que ha fallado y está arrepentido, pues contra Dios ha pecado. “Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.” Sal.38:10.

Padre, dame fuerzas para no fallarte de esa manera, para no sentir cómo mis fuerzas decaen por mi error. Fortaléceme y enséñame a tomar la dirección de tu Camino, para tu bendición recibir. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Delante de quién están mis deseos?

Delante del Señor: “Mis deseos, aquellas cosas y momentos que anhelo, están delante del Dios Creador de los cielos. Delante de Él está mi suspiro, aquel que pensando en mi deseo, expelo.”—declaró Deucalión a viva voz. Su maestro, el sabio Gaudencio, esto le comunicó: “Cuando tus deseos están delante de Jehová, Él te dará paz pues te los concederá.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Están delante de Dios mis deseos, mis suspiros, mis anhelos”; 13-09-2025. 

Ponerle a Dios todos nuestros deseos delante de Él, nuestros miedos, congoja, los anhelos y aún aquello por lo que suspiramos; es, algo preciado. Nuestro Padre nos acepta cuando le exponemos todo como es, porque Él quiere que seamos totalmente francos y honestos con Él. Que le tengamos la confianza plena de saber que podemos contar con su amor y amistad. “Señor, delante de ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto.” Sal.38:9.

Padre, que todos mis deseos, anhelos y suspiros estén delante de Ti, porque te los expongo Señor. Porque sé que contigo puedo confiar y hasta mis más íntimos pensamientos, contigo compartir, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Cómo estaría a causa de la conmoción de mi corazón?

Debilitado y gimiendo: “Cuando hago el mal, la conmoción que hay en mi corazón, no puedo soportar. Agotada y destrozada, así me siento, cuando por el mal que he hecho, estoy angustiada.”—casi gritó Eustosia devastada. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo esta buena palabra; “En tu interior, sientes el peso en tu corazón, cuando le has fallado a Dios. Porque con Él tienes excelente comunión.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Gimo a causa de pecado, estoy debilitado”; 12-09-2025.

Desolado, debilitado y enfermo, así se puede llegar a estar cuando le hemos fallado a Jehová. La angustia, afecta y daña, porque cuando se ha hecho mal, queda una amarga sensación en el corazón. Tan sólo es ponerle ante Dios esta situación para que todo cambie. Porque cuando somos sinceros ante Jehová, el nos cubre con su misericordia y amor, para darnos el perdón. “Estoy debilitado y molido en gran manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.” Sal.38:8. 

Padre, dolorosos los momentos que se viven cuando uno ha fallado. Tan sólo Tú puedes restaurar la condición del ser humano, cuando ha pecado y te pide perdón de corazón. Entonces todo vuelve a ser como antes y la relación contigo llega a fortalecerse. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

¿Cómo se ponen mis lomos al errar?

Llenos de ardor: “Todo mi ser cae enfermo y la fiebre invade mi cuerpo. Siento como si nada sano hay en mi carne, todo está mal, mi cuerpo arde.  Así me siento cuando le fallo a mi Dios eterno”—proclamó Eustorgia con sinceridad. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo ahí nomás: “Sufres de ese malestar, cuando has pecado contra Jehová” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mi cuerpo está lleno de ardor, le he fallado al Señor”; 11.09-2025.

Cuando uno ha fallado ante Dios, las defensas del cuerpo bajan (por tanto somos propensos a enfermarnos), se eleva la presión arterial y se aumenta la frecuencia cardíaca. Se suprime además la digestión (causando que se nos quite el hambre), afectando el sistema metabólico. Todo esto lo hace posible una hormona llamada cortisol. Esta es producida por las glándulas suprarrenales, cuando caemos en estrés. “Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne.” Sal.38:7.

Padre, al exponerte mi pecado y mi mal, al pedirte ayuda para tu Camino volver a caminar, me devuelves la alegría y me haces salir de mi conato depresivo. Adorarte, exaltarte, leer tu Palabra y conocer tus promesas. Tu ayuda, tu guía y tu enseñanza; me devuelven la paz y me restaura. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué causa mi locura?

Luto, supuración, llagas: “Las heridas son en el alma, a causa de mi locura, hieden y supuran mis llagas. Todo el día ando como enlutado, me siento miserable, camino encorvado. Y sé el porqué: ¡Gravemente he pecado!”—compartió Gualterio, tras haber fallado y las consecuencias que sintió al respecto. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo circunspecto: “Difícil tu situación, tan sólo compártela con el Señor.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “He pecado, camino enlutado y encorvado”; 11-09-2025.

Las locuras que uno comete, son porque no hay sano juicio en nuestra mente. Reaccionamos a los sucesos y no reflexionamos a los mismos. Soy el cómo reacciono ante el problema, ante la tentación, ante el dolor, ante la ofensa, ante el sufrimiento o bien, ante la dicha, el gozo, la abundancia y el bienestar. Estas locuras, traen duras consecuencias, y el ánimo y el cuerpo en nosotros, desfallecen. “Hieden y supuran mis llagas, A causa de mi locura.  Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.” Sal.38:5-6.

Padre, que mis locuras tengan sanidad en Ti. Que el buen juicio, la prudencia, el consejo y el entendimiento calen profundo en mi interior. Para no fallar de esa manera Señor, y no andar enlutado o encorvado a causa de ellas. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Cómo se ponen mis lomos al errar?

Llenos de ardor: “Todo mi ser cae enfermo y la fiebre invade mi cuerpo. Siento como si nada sano hay en mi carne, todo está mal, mi cuerpo arde.  Así me siento cuando le fallo a mi Dios eterno”—proclamó Eustorgia con sinceridad. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo ahí nomás: “Sufres de ese malestar, cuando has pecado contra Jehová” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mi cuerpo está lleno de ardor, le he fallado al Señor”; 11.09-2025.

Cuando uno ha fallado ante Dios, las defensas del cuerpo bajan (por tanto somos propensos a enfermarnos), se eleva la presión arterial y se aumenta la frecuencia cardíaca. Se suprime además la digestión (causando que se nos quite el hambre), afectando el sistema metabólico. Todo esto lo hace posible una hormona llamada cortisol. Esta es producida por las glándulas suprarrenales, cuando caemos en estrés. “Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada hay sano en mi carne.” Sal.38:7.

Padre, al exponerte mi pecado y mi mal, al pedirte ayuda para tu Camino volver a caminar, me devuelves la alegría y me haces salir de mi conato depresivo. Adorarte, exaltarte, leer tu Palabra y conocer tus promesas. Tu ayuda, tu guía y tu enseñanza; me devuelven la paz y me restaura. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué pasa con nuestras iniquidades?

Se agravan sobre nuestra cabeza: “Lo que sucede es que cuando fallamos a Dios, los problemas se agravan, son para nosotros como pesada carga. Pero si le exponemos nuestra situación aún cuando hemos fallado, para Jehová esto, esto es buen argumento.”—compartió Orquídea con mucha alegría. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló con sabiduría: “Si Dios se aparta de nosotros y nos dejara solos con nuestros problemas, por nuestro pecado se agravarían sobre nuestra cabeza.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mis iniquidades son pesada carga sobre mi espalda”; 10-09-2025.

Malignidades ejecutadas traen como consecuencia, graves enfermedades. Son como pesada carga que nosotros llevamos sobre nuestras espaldas. Y ésta, con el tiempo, nunca mengua. De tal manera que lo mejor aquí es confesárselo al Señor, y solicitarle su perdón. También hay que pedirles perdón a las personas que afectamos, de esa manera, somos restaurados. “Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí.” Sal.38:4. 

Padre, voy ante Ti y perdón te pido cuando he fallado. Te pido además, puedas enseñarme el camino para hacer lo correcto y poder restaurar en lo posible, el daño causado. Esto, me trae libertad, salud y gozo. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Cómo nos sentimos cuando fallamos?

Enfermos: “Horrible porque todo mi ser se desvanece. Cuando he fallado y ante Dios he pecado, mi cuerpo se enferma y desfallece. Mis huesos se debilitan a causa de mi maldad, y sólo obtengo el silencio de Jehová.”—detalló a todos Eustracio. Su maestro, el sabio Gaudencio, así le habló al muchacho: “Es la diferencia entre el justo que falla y el impío: El que no cree en Dios de su pecado hace fiesta, el justo por su falta se enferma” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “A causa de mi pecado me he agravado”; 09-09-2025.

Si Dios se enoja contra nosotros, y aparta su vallado de protección que pone sobre nosotros, el enemigo entra y busca cómo afectarnos. El dolor que siente el rey David, porque ha quitado la vida de un inocente, es devastador. Y aquí se recalca el hecho de ser honestos ante Dios y reconocer nuestro error, y cómo esto nos hace sentir. Somos nosotros quienes por nuestros errores nos afectamos y enfermamos. “Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.” Sal.38:3. 

Padre, es terrible cuando uno ha fallado gravemente ante Ti. Cuando ha hecho daños a otros de manera deliberada y buscando una ventaja. Nos enfermamos duramente y sólo presentar y declarar mi pecado ante Ti puede darme la restauración, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué le suplico a mi Dios cuando he fallado?

No me castigues en tu ira: “Cuando muy feo he fallado, siento que todo lo que me pasa es porque Dios conmigo, está enojado. Y le suplico que no me reprenda más, que su enojo contra mí comience a cesar.”—explicó Decaulión con rostro entristecido. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo compungido; “Recuerda que Dios a quien ama disciplina, y con ella hacia su Camino te encamina” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No me reprendas en tu furor, ni me castigues oh Jehová Dios”; 08-08-2025.

Muchas veces podremos sentirnos cual niños que hemos sido por nuestro Padre amonestados, castigados o bien, disciplinados. Y ciertamente placentero no es ser azotado. Pero aquí, lo importante radica en la relación existente con Jehová nuestro Dios. Es una relación de Padre con su hijo (a) y podremos aguantar ese castigo, porque sabemos que su enojo, sólo será un momento. Luego, vendrá el abrazo, sus palabras y sus hechos que nos dirán: “Te amo”. “Jehová, no me reprendas en tu furor, Ni me castigues en tu ira. Porque tus saetas cayeron sobre mí, Y sobre mí ha descendido tu mano.” Sal.38:1-2.

Padre, no me reprendas en tu furor, ni me castigues en tu ira, mejor enséñame y tranquilo disciplíname. Porque ¿quién podrá aguantar tu reprensión en tu furor? Realmente nadie Señor. Dame de tu gracia y misericordia, de tu enseñanza y tu Espíritu me santifique y me sostenga. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿A quiénes Jehová les ayudará y de los impíos los librará?

A sus justos: “Siempre tengo presente que Dios a mí me ayudará y librará, de los impíos y sus maldades me salvará. Porque yo he esperado en Jehová.”—expuso Laurencio con rostro serio. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo con esmero: “De toda trampa enemiga te salvará y jamás dejará que caigas en las manos de tus enemigos. Porque has esperado en Él, y Él está contigo.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Del enemigo me salvará y ayudará Jehová mi Dios”; 07-09-2025.

Todos los que confiamos en Dios, esperaremos en sus promesas, le dejaremos a Él la intervención con respecto al problema. Porque ciertamente la ayuda vendrá de parte de Jehová para nosotros, no nos dejará en manos de los impíos, de ellos nos salvará. Y lo hará porque en Él estamos confiados. “Jehová los ayudará y los librará; Los libertará de los impíos, y los salvará, Por cuanto en él esperaron.” Sal.37:40.

Padre, en Ti confío y en Ti espero. Porque eres mi Dios Todopoderoso y sé que Tú me ayudarás y librará de cualquier encierro que mi enemigo quiera hacerme. Me libertarás y me salvarás porque en Ti confío y espero. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿De quién es la salvación de los justos?

De Jehová: “Nadie como Jehová en mis tiempos de angustia, pues es mi fortaleza y mi justicia, por ello Él me considera justa. De tal manera que siempre espero en Él, es mi salvación y mi total restauración.”—participó Eufronia con plena convicción. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo de corazón: “En tiempos de dificultad, tu fortaleza es Jehová. Tu segura salvación es dada por el sacrificio de tu Señor.”  Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “La salvación de los justos, es del Señor”; 06-09-2025.

Nuestro Dios dio su vida para hacernos justos, sin su sacrificio era imposible cumplir con los estándares de justicia y santidad de Jehová. Por tanto, ahora somos sus justos, porque en Cristo Jesús, hemos sido justificados. Su salvación es segura y su protección, una fortaleza en tiempos de angustias. “Pero la salvación de los justos es de Jehová, Y Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.” Sal.37:39.

Padre, mi salvación está en tus manos y es además tu ministerio. Eres también mi fortaleza y mi pronta ayuda en las tribulaciones y tiempos de angustia. Tú me libras de toda situación que quiera afectarme, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué pasará con los impíos y su posteridad?

Destruida será: “No habrá más hijos ni descendencia de los impíos, por su maldad de corazón, serán todos destruidos. No quedarán ni rastro de ellos, sus vidas serán, como un antiguo destello”—declaró Guarneiro con vivo fuego. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló sincero: “Todos los transgresores que no han llegado a Jesucristo, serán extinguidos.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Los impíos y su descendencia, serán destruidos”; 06-09-2025.

Estos axiomas me hacen dar gracias a Dios por haberme enviado, por medio de su Santo Espíritu, a recibir a Jesucristo como mi Señor y Salvador. Y dejar de ser un enemigo de Dios, un transgresor cuya existencia habría sido destruida y su descendencia extinguida. Pero como justo de Dios en Cristo, no sólo tengo vida eterna, sino que también la tiene toda mi descendencia. “Mas los transgresores serán todos a una destruidos; La posteridad de los impíos será extinguida.” Sal37:38.

Padre, tu Palabra es clara: “…los transgresores, serán todos a una destruidos”; y como transgresor, para evitar la destrucción, sólo tengo un Camino: Jesucristo. Gracias porque en tu Camino estoy, y por Ti, ya no soy más un transgresor. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿A quién hemos de considerar?

Al hombre justo e íntegro: “Al hombre justo e íntegro debemos de considerar, porque hay un final sumamente hermoso para el hombre de paz.”—avisó Esculapio un tanto excitado. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo este enunciado: “A un justo entre la multitud hay que identificar, y luego a este justo mirar. Después tenemos que considerar: hay un final dichoso para el hombre de paz.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Al justo e íntegro hay que mirar, tiene un final dichoso y lleno de paz”; 03-09-2025.

Tenemos muchos ejemplos ahora de quiénes son las justas personas: Mis hermanos que han creído en Jesucristo, Jehová los hace justos, los transforma en íntegros. Ellos, como yo, tenemos un final dichoso, porque Dios nos considera personas de paz. Y realmente el Espíritu nos da en todo tiempo, tranquilidad y sentido de justicia. “Considera al íntegro, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.” Sal.37:37.

Padre, que siempre considere a la persona íntegra y a la persona justa, porque sé que ellos tienen un final dichoso y son personas llenas de paz. Debo de verlas y aprender de ellas, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

¿Qué pasará con el impío enaltecido?

Pasará y ya en el Reino no estará: “Aquellos que sus impiedades multiplicaban en otras personas, y que parecían reproducirse como esporas, los buscaré y no estarán. De ellos Jehová se encargará.”—anunció Eufrosina con alegría. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló con sabiduría: “Aquellos que se enaltecían, y que por todos lados se extendían, no estarán: los buscarán y no los encontrarán.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El impío enaltecido, se extinguirá: no pasará”; 02-09-2025.

¿Has visto a los déspotas y malvados extenderse como hiedra? Y de pronto, ya nos los ves. Los buscarás, pero no los encontrarás. Pasaron ya, se fueron. Así pasa aún en este mundo. Pero por supuesto que en otras épocas vuelven a aparecer, porque el pecado se ha extendido a todos. Ahora, cuando Jehová venga e imponga su Reino; ellos no estarán nunca más. “Vi yo al impío sumamente enaltecido, Y que se extendía como laurel verde. Pero él pasó, y he aquí ya no estaba; Lo busqué, y no fue hallado.” Sal.37:35-36.

Padre, Tú me has hecho y formado como uno de tus justos, para poder estar siempre a tu lado y gozarme en tu Reino contigo. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué hace Dios si esperamos en Él y guardamos su camino?

Nos exalta para heredar la tierra: “Tan sólo tengo que esperar en Jehová y Él guardará mi caminar. Para heredar la tierra, Dios me exaltará y mis ojos lo verán.”—confirmó Ceraunio con vibrante voz. Su maestro, el sabio Gaudencio, le contestó veloz: “Heredaremos la tierra nueva, cuando los impíos sean destruidos, y comenzaremos una nueva era.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “En Dios esperemos y la nueva tierra heredaremos”; 31-08-2025.

Tan sólo tenemos que esperar en Dios y guardar como creyentes, la fe en Jesucristo, nuestro Salvador. Ejecutar con alegría el ministerio que tenemos, y comprobar que Jehová cada día te protege, te guarda y te exalta. Porque con certeza esperamos, heredar el Reino de Jehová, con una doble porción: Jehová mi Señor. “Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra; Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás.” Sal.37:34.

Padre, esperaré en Ti a que Tú me exaltes mi Dios, para heredar la nueva tierra que Tú harás con cielos nuevos, y una nueva era comenzar. Lo veré porque Tú lo has prometido así, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

 

¿Quién acecha al justo?

El impío: “Mis enemigos me acecharon con un propósito espeluznante. Me buscaron para matarme. Pero Dios no permitió semejante aberración, así que de sus sangrientas manos me libró.”—informó Eucarpio con mucho entusiasmo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le habló sin desánimo: “Aún si te hubieran querido juzgar, nunca te habrían podido condenar.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Acecha el impío al justo para matarlo, Jehová jamás lo dejará en sus manos”; 30-08-2025.

Recordemos que estos versos proféticos; se cumplen en Jesucristo y por extensión en nosotros, tenemos que analizarlos desde esta perspectiva. ¿Y qué tenemos? A Jesucristo lo acecharon para matarlo, pero Él se entregó y Dios lo dejó en manos de los malos. Es más, lo juzgaron y condenaron a muerte. Todo para que nosotros en Él, no seamos al enemigo entregados y ellos jamás podrán condenarnos. “Acecha el impío al justo, Y procura matarlo. Jehová no lo dejará en sus manos, Ni lo condenará cuando le juzgaren.” Sal.37:32-33.

Padre, el enemigo me acecha para matarme o condenarme. Pero Tú no dejas que sus manos ni siquiera me rocen. Menos que me juzguen para condenarme en alguna cosa. Todo porque en Cristo, y por tu Santo Espíritu, soy tu justo. Bendito eres Padre, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

¿Qué está en el corazón del justo?

La ley de Dios: “La ley de Dios está escrita en la tabla del corazón del justo. Por tanto, en ella se deleita a su gusto. Ahora, si anda en la ley de Jehová, sus pies no resbalarán.”—descubrió Eufrasio con mucho ánimo. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo al muchacho: “El justo tiene la ley de Dios en su corazón, y esto por supuesto, agrada al Señor.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El justo tiene la ley de Dios en su corazón, su pie jamás resbaló”; 30-08-2025. 

Versos proféticos: ¿De qué justo habla? De aquel que vino y la ley de Dios guardó en su corazón, sus pies no resbalaron jamás y así pudo ser el Cordero de Jehová para el sacrificio por nuestros pecados. Cuando llegamos a Él, por extensión recibimos la ley de Dios en nuestro corazón. “La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.” Sal.37:31.

Padre, que tu ley esté guardada enteramente en mi corazón, para que mis pies no resbalen jamás. Sé que un día así será, porque Tú oh Jehová, es quien me enseña y el camino me muestras. En el nombre de Jesús, amen. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.