¿Qué hago cuando mis enemigos me amenazan y hablan iniquidades?

Soy como sordo y como mudo: “¡Claro que los escucho! Mas no dejo que sus dañinas palabras entren a mi corazón. Actúo como sordo y como mudo, no les contesto, esto hago con determinación. De esa manera logro la paz en mi interior.”—confesó Juvenciola con su rostro alegre, de buena onda. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dijo sin sorna: “Buena actitud ante esa maldad. Eso le agrada a Jehová.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Sordo y mudo, así sandeces no escucho”; 18-09-2025.

Si no escucho lo que me dicen, no sabré qué contestar. Por tanto, de mi boca no saldrá hiel ni amargura. Ahora bien, los oigo, pero no los escucho. Esto quiere decir, me doy cuenta de las barbaridades que dicen, mas no dejo que esas palabras entren a mi corazón. De tal manera que también, como mudo actúo yo. No hablo. Ni contesto nada. Paso como quien no es con él la cosa. “Mas yo, como si fuera sordo, no oigo; Y soy como mudo que no abre la boca.” Sal.38:13.

Padre, por algo dice el refrán: “A palabras necias, oídos sordos”; pues cuando ofenden o dicen blasfemias y falsedades; mejor es no oírlas y menos contestarlas. Aun cuando puedan decir verdades cuyo fin es acusarte, maldecirte, dañarte. Lo mejor es pedir perdón desde nuestro interior y dejárselo todo a Ti, amado Señor. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.