martes, 30 de septiembre de 2025

¿Qué se hace difícil muchas veces?

Controlarse y no hablar: “No me pude aguantar, cuando estando entre los malvados los escuché hablar. Yo callaba, de Dios no hablaba. Pero al escuchar semejantes patrañas, no aguanté porque me ardieron mis entrañas. De tal manera que me puse a responderles con mi lengua, les hablé con conciencia.”—informó Euríalo con molesta voz. Su maestro, el sabio Gaudencio, así le profirió: “Te entiendo y te comprendo, porque dominar su lengua es de perfectos.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Escuché al malvado hablar y mi lengua no pude controlar”; 26-09-2025.

No es fácil poder controlar las emociones que a uno pueden llegarle a embargar, cuando está escuchando sandeces y blasfemias. El problema es que envuelto en esa marea emocional, nuestras palabras no serán las adecuadas, ni posiblemente, llenas de bondad. Lo más probable, es que vayamos a arrasar. “Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor. Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua:” Sal.39:2-3.

Padre, pido perdón cuando mi lengua no puedo contener, porque me envuelven las emociones y mi lengua profiere no buenas expresiones. Ayúdame siempre a quedarme callado, cuando esto es necesario. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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