¿Qué me prometí a
mí mismo?
Atender mis caminos para no pecar con mi lengua: “Es que no me fijaré en lo que hablan o hagan los demás, atenderé mis propios asuntos, para con mi lengua no pecar.”—expuso Eurosia con mucha energía. Su maestro, el sabio Gaudencio, le dio estas palabras llenas de sabiduría; “Qué bueno que te centres en tus caminos, y que no mires ni juzgues las sendas de los impíos. Así tu lengua no hablará ni juzgará, y con ello, no pecarás.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Me centro en mis caminos y no en lo que hace el impío”; 25.09-2025.
Uno tiende a juzgar, hablar y decirle a otros acerca de sus malos comportamientos. Pero lo correcto, si entre personas no creyentes estamos, es cerrar la boca y atender lo nuestro. Porque nos gusta ver la paja en el ojo de nuestro prójimo, pero no vemos la tranca que tenemos nosotros. “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.” Sal.39:1.
Padre, que pueda tener siempre mi boca cerrada, cuando
vea en los demás sus fallas. Que proceda
a atender mis caminos, revisarlos, y exponerlos delante de Ti. Porque he de
considerar siempre mi situación, antes de juzgar. En el nombre de Jesús, amén. Tu
hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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