Qué es lo que más
deseo al orar y alabar a Dios?
Que suba mi
oración como incienso y el levantar mis manos como ofrenda agradable: “Simplemente no sé
cómo he de orarle a Dios. Enséñeme Gaudencio,
¿cómo me he de presentar ante Dios?—preguntó con simpatía la joven Orquídea. El
maestro contento, le dijo sonriendo: “Me gusta esa pregunta, porque es importante.
Ante el Señor de todo corazón debes de presentarte. De manera que cuando le
hables, dile cosas agradables, cosas que de su hija quiere oír un Padre. Como
poesía, como canción, tú háblale al corazón. Que como incienso de olor
agradable sea tu oración. Y cuando levantes tus manos, sean esta como una
ofrenda de la tarde” Cuentos del Reino;
Daniel Aragón; “Sea tu oración como incienso agradable” 03-08-2018.
Cosas
maravillosas pasaron bíblicamente durante el sacrificio de la tarde. Es que ha
significado que con Dios has estado desde la mañana y todo el día. Esdras tuvo
angustias y oro al Señor hasta el sacrificio de la tarde, Pedro y Juan levantan
al paralítico por la tarde, Zacarías, el padre de Juan el Bautista, habla con
el ángel durante la hora del sacrificio de la tarde y finalmente Cristo entrega
su vida como ofrenda de la tarde. Nosotros desde la mañanita o a cualquier hora
del día, oremos de corazón y con sinceridad al Señor. Demos gracias. Démosle el
regalo de nuestra alma agradecida y levantemos nuestras manos en señal de total
entrega de nuestra vida. “Suba mi
oración delante de ti como el incienso, y el levantar mis manos como la ofrenda
de la tarde.” Sal.141.2.
Padre, levanto mis
manos para adorarte y exclamarte: gracias mi Dios, por tu gran amor, por la
bendición de hoy, por todo aquello que me has dado. Porque por tu sacrificio me
diste salvación y entrada a tu Reino de amor. En el nombre de Jesús, amén,
Señor. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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