viernes, 17 de agosto de 2018

Perdona nuestras ofensas


¿Por qué debemos de perdonar?
Porque nosotros alcanzamos con ello el perdón: “Llorando entró Eulogia, y dijo casi gritando: “¡Lo odio, lo odio! Yo no lo perdono. Lo que me ha hecho no tiene nombre, me ha herido, me ha destrozado ese hombre. Maestro Gaudencio, deme fuerzas para poder destruirlo por completo”—solicitó la joven. El maestro le espetó esto: “¿Quieres que nunca te vuelva a hacer más daño?—sí contestó la chica—entonces tienes que perdonarlo. Sí, no te asombres. Perdónalo porque al perdonarlo eres tú la que sale ganando” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Perdono Señor como tú me perdonas ahora”; 16-08-2018.

Cuando hemos leído o nos hemos aprendido de memoria el Padre Nuestro, debemos de recordar que pedimos y suplicamos perdón al Creador, y este perdón está en correspondencia de la manera que yo mismo perdono a quienes me ofenden. Así que, el perdonar, es un acto que me beneficia más a mí, que a la persona que estoy perdonando. Esto lo debo de tener en cuenta cuando los resentimientos quieran decirme otra cosa. Me digo a mí mismo: perdono a quien sea, que me haya afectado de cualquier modo, en cualquier circunstancia. “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” Mt.6:12.

Padre, perdono a quienes me han herido, afectado y dañado. En mi lista son varias personas. Y muchas veces una que otra persona. Más perdono todo, y bendigo a quienes me han herido. Ahora te pido perdón por el daño que yo Te he causado a Ti, al afectar a otros, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.

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