El que saciare: “De veras, lo
envidio. Mas lo envidio de buena manera. Dígame maestro Gaudencio, ¿cómo ha
hecho usted para tener tanta paz, ese desborde de tranquilidad? ¿Cómo hace para
recibir tanta bendición, podría usted darme la fórmula o solución?” –preguntó entusiasmado
Eustaquio. Su maestro con amor lo quedó viendo, y así le dijo contento: “¿Quieres
tener paz? Sacia la vida de los demás. Da consejos, atiende sin juzgar, sirve, bendice
cuanto puedas. Y si puedes a alguien saciar, Dios también a ti te saciará. Sé generoso,
ayuda a los demás y verás cómo tu vida prosperará” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Sacia a los demás y Dios también te
saciará”; 26-08-2018.
El
alma está compuesta de intelecto, emociones, voluntad, sentimientos. Ser generoso
(a) no sólo es serlo con dinero. No. Cuando tus pensamientos tienden a ayudar,
cuando generas en tu mente (por la comunión con Dio) un proyecto para bendecir,
cuando ayudas con trabajo, con alimentos, con medicina, con consejos, con
alegría, con tiempo, con esperanza en Cristo, con ofrendas: tu alma se vuelve
generosa. Y cuando sacias con esto la vida de los demás, tú eres saciado en
todas tus áreas. “El alma generosa será
prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.” Pr.11:25.
Padre,
tus nos sacias con bellas Palabras, con Promesas que se cumplen, con amor, con
bondad, con generosidad, con sacrificio, con bienes y servicios. Que pueda yo imitarte siempre, y dar y
darme, en tu nombre, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel
Aragón. Feliz día en el Señor.
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