¿A quiénes podemos
controlar?
A nadie, ni a
nosotros mismos: “Una
quimera, una ilusión: eso es el control. A veces no podemos controlar nuestro propio
peso, pero queremos tener dominio en otros, sobre sus impulsos compulsivos: Comer
en exceso, promiscuidad sexual, apuestas en juegos de azar, en otros esa
conducta jamás podremos controlar. Pero queremos hasta controlar sus emociones,
su mente, sus elecciones. Y qué decir del resultados de los eventos, ¿podremos
acaso tener control de ellos? Las personas se van a sentir como quieren
sentirse, van a hacer lo que quieran hacer, van a pensar lo que ellas van
pensar. ¿Por qué vas a estar triste? Quererlos controlar, tan sólo es vanidad. —disertó en sus pensamientos
el sabio Gaudencio.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “No
tenemos control ni de nuestro dolor”; 20-08-2018.
Nadie
podrá cambiar a nadie. Sólo Dios puede hacer esto. Cada uno de nosotros
cambiará cuando estemos listos para cambiar. Tratar de acelerar esto, también
es vanidad. Y no importa si ellos se están lastimando a sí mismos, no insista
en su cambio si sabes que con sólo escucharte y si trataran de dejarse ayudar, ellos podrían cambiar. Si no quieren hacerlo no los fuerces. Ellos pueden
adaptarse a nuestras demandas temporalmente, pero luego seguirán haciendo lo
que ellos quieren. Déjaselo a Dios y que él tenga el control. No tenemos
control ni siquiera sobre nuestro dolor. “El
corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se
abate.” Pr.15:13.
Padre,
permite que mi corazón y espíritu tenga paz y no trate de exigir y querer controlar las reacciones de los demás. Mejor
que vea las mías que ya hay mucho que necesita cambiar para tu gloria, en el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario