¿Qué se hace con paciencia?
Se aplaca al príncipe: “El príncipe Baudelio estaba enojado con tres damiselas hijas de su más fiel cortesano. “Las llamaré a las tres en audiencia pública. Ahí primero las desnudaré, luego les darán latigazos, para después venderlas como esclavas al mejor precio del mercado. Es lo que se merecen por haberme rechazado”—dijo aún furibundo. Su fiel asesor después de larga discusión, le dijo con amor: “Por qué mejor en pública audiencia, no tomas por mujer a cualquier chica bella delante de ellas. Y les dices que al rechazarte perdieron el honor de contigo casarte”—el príncipe cabildeó por un momento y luego cabeceó dándole la razón.”—contó Eudocia con emoción. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo de corazón: “Con larga paciencia a manos llenas, al príncipe se sosiega”. Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Con gran paciencia y sin querella, al mismo príncipe se sosiega”; 06-02-2023.
Cuando hablamos con palabras amables, blandas y gentiles, se puede aplacar la ira del mismo príncipe. Y es que la palabra suave y bondadosa al más fuerte le llega y puede quebrantar todos aquellos argumentos de enojo que se pudieron haber levantado en el corazón del afectado. Por ello, es muy importante hablar amable. “Con larga paciencia se aplaca el príncipe, Y la lengua blanda quebranta los huesos.” Pr.25:15.
Padre,
ayúdame a que mi voz y mis palabras sean
suaves y blandas, que además sean amables, bondadosa y llenas de paz. En el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario