¿Para quién es la
vara?
Para la espalda del necio: “Yo quiero eso. Yo quiero eso—pataleó el jovencito Laurentino portándose como necio delante de su padre—Lo quiero, lo deseo. Y voy a obtenerlo”—enseguida se dirigió hacia un niño que portaba un camión. Era un juguete y Laurentino se lo arrebató. Pero casi enseguida Laurentino un fajazo en su espalda sintió. Y retorciéndose de dolor el camión devolvió. Llorando y avergonzado con su padre se marchó.”—eso fue lo que pasó maestro. Contó Eustorgia sonriendo. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo asintiendo: “El látigo es para el caballo y el cabestro para el asno que no quiere estar sujeto. Así el fajazo recio, es para la espalda del necio” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “El fajazo recio es para la espalda del necio”; 21-02-2023.
El caballo para poder ser domando necesita del látigo. El asno, para poder ser enrumbado tiene que ponérsele un cabestro, porque de lo contrario no obedecerá ni tomará el rumbo que el jinete le indique. Así, para poder dar corrección y dirección al necio, es necesaria la faja (o como antes, la vara). Sólo así podrá entonces tener entendimiento. “El látigo para el caballo, el cabestro para el asno, Y la vara para la espalda del necio.” Pr.26:3.
Padre,
conmigo has usado de tu vara, de tu faja, de la tajona, porque ciertamente
necio he sido y sólo así he podido enderezar mis pasos hacia los Tuyos. Pero qué gozo me ha dado poder estar todos
estos años a tu lado, e ir aprendiendo a andar por tu Camino. En el nombre de
Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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