¿Cuántas cosas nunca se sacian?

Tres y aun cuatro: “Güendolina se acicaló y andaba muy linda, su pregunta parecía fuera de lugar, a todos hizo reflexionar: “Maestro Gaudencio, ¿habrá cosas que jamás se sacian de consumar? ¿Hay algo de eso en este mundo de maldad?”—inquirió la joven con certeza. El sabio Gaudencio, le dijo con presteza: “La codicia y la crueldad son las hijas que la sangüijuela da. Nunca ésta se sacia de tomar y dañar. ¿Y qué decir del Infierno? ¿Hasta cuándo estará de recibir dañinas almas satisfecho? Ahora, la mujer estéril: jamás se sentirá contenta si al menos un hijo no tuviere. ¿Y las arenas desiertas? Le podrás poner aguas, pero jamás se sacia. Y, ¿qué decir del fuego arrasador? No se apagará, todo destruirá” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Tres cosas y hasta cuatro hay que no las puede saciar”; 17-05-2023.

Me pongo a pensar y en los tiempos de hoy hay otras cosas que no puedes saciar: Tu sed de venganza, el odio y los resentimientos, las adicciones al alcohol y las drogas (una dosis o un trago no bastan y cien no son suficientes), el conocimiento del Dios vivo. Sólo cuando llegamos al Señor tenemos paz y podemos decir: basta de lo demás Padre celestial, me quedo con el deseo insaciable de conocerte más y más. “La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡dame! Tres cosas hay que nunca se sacian; Aun la cuarta nunca dice: ¡Basta!  El Seol, la matriz estéril, La tierra que no se sacia de aguas, Y el fuego que jamás dice: ¡Basta!” Pr.30:15-16. 

Padre, con la venida de Jesucristo se acabarán las cosas que no se pueden saciar y ya no tendremos más codicia ni crueldad, no habrá más almas al Seol ni habrá mujer estéril, ni la tierra tendrá sed del agua, ni habrá quemas ni incendios. Sólo Tú estarás ahí para satisfacer mi deseo de conocerte. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.