sábado, 20 de enero de 2024

¿A quién buscó la amada del Señor en su lecho por las noches?

Al que ama su alma: “Desesperada busqué en mi propio lecho a aquel que ama mi alma. Para mi sorpresa no lo encontré en mi cama. Me preguntaba por vez primera: ¿Era quizás un sueño? ¿Una ilusión, una quimera? Pero salí a buscarlo, porque mi alma desesperada anhelaba encontrarlo”—testificó con cierta tristeza, a su maestro Juvenciola. Su maestro, el sabio Gaudencio le dijo con voz melancólica: “Adentro, muy adentro nuestro, anhelamos encontrar ese amor sin igual” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Mi alma anhela encontrar, a quien la ha de amar”; 17-01-2024.

Todos nosotros, los seremos humanos, aspiramos internamente encontrar la conexión con nuestro Creador. Buscamos a ese amor perfecto, a esa paz sin igual, a aquel que nos hace descansar. Y un día en Jesucristo lo hallamos. A través de Él, su Santo Espíritu se une a nosotros y entonces nuestra alma tiene a quien realmente la ama. “Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; Lo busqué, y no lo hallé.” Cnt.3:1.

Padre, cuántas veces desesperado me despertaba, porque mi alma no descansaba, buscaba celosamente a quien ama mi alma. Pero Tú, que conocías mi situación, me llevaste de la mano hacia Jesucristo, por medio de tu Santo Espíritu, para tener ese amor verdadero. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo, Daniel Aragón. Feliz día en el Señor. 

 

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