¿Qué le solicita el Señor a su amada Iglesia?

Muéstrame tu rostro y hazme oír tu voz: “Fue lo dulce de su voz, además, revestida con esa vibrante pasión. “Paloma mía—me susurró al oído—levántate, muéstrame tus alas, canta las canciones alegres, con que recibes cada mañana. Alégrame con ese canto cuya letra, que mucho me amas, expresa”—le comentó Eutropia a su maestro, de lo que le dijo Abudemio. Su maestro, el sabio Gaudencio, le comunicó esto: “Abudemio pudo ver a esa bella paloma, que en la peñas se esconde.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Canta bella paloma, resguardada desde la Roca”; 14-01-2024.

Las palomas tienen belleza, porte, elegancia. Su maravilloso canto brota desde el lugar donde está escondida, resguardada, protegida. Es muy agradable escucharla. Nuestro amado Señor, compara a su Iglesia con una paloma muy bella, la cual está encubierta en la Roca, en la Peña Eterna que es su propio ser. Le insta que desde ahí se muestre y cante ese evangelio de salvación, el cual es el verdadero canto de amor: De Dios para nosotros. “Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.” Cnt.2:14.

Padre, pueda yo cantar el canto de amor eterno, predicar ese evangelio que por amor, Tú lo has compuesto y dispuesto para la humanidad. Que tu bella esposa, tu Iglesia, la cante resguardada en Cristo, la Roca Eterna. En el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.