¿Se trata de
temperamento cuando respondemos amablemente a quien nos afecta?
No, se trata de
carácter: “…la historia del sabio que, cierta tarde, llegó a la ciudad de
Akbar. Las personas no dieron mucha importancia a su presencia, y sus
enseñanzas no consiguieron interesar a nadie. Después de algún tiempo, él pasó
a ser motivo de risa y burlas por parte de los habitantes de la ciudad. Un día, mientras paseaba por la calle
principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres comenzó a insultarlo. Pero en
lugar de fingir que no se daba cuenta de lo que ocurría, el sabio se acercó a
ellos y los bendijo. Uno de los hombres comentó: -¿Será, después de todo, que
el hombre es sordo? ¡Le gritamos cosas horribles, y él sólo nos responde con
palabras bellas! -Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene -fue la
respuesta del sabio.” Paulo Coelho,
Reflexiones Diarias; “CADA UNO OFRECE SÓLO LO QUE TIENE”.
No, no se trata
del temperamento: Colérico, Sanguíneo, Melancólico o Flemático. No se trata tampoco de tu personalidad: La
máscara social que todos ponemos ante los demás, y por lo cual nos
conocen. Se trata de carácter, o sea, de
tus firmes creencias puestas sobre tu temperamento y personalidad, y que te
hacen tener una actitud Bíblica cuando enfrentas problemas y dificultades. Por eso, a la hora de ser presionados, cada
uno de nosotros va a sacar al exterior lo que tiene. Como Jesús, el Señor. “Y todos daban buen
testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían
de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?” Lc.4:22.
Padre, te pedimos
hoy que forjes en nosotros el carácter de Cristo, quien siempre tenía esa
palabra de gracia que maravillaba a muchos, aún en los momentos duros pudo
perdonar a quienes lo ultrajaban. En el
nombre de Jesús te lo pedimos, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el
Señor.
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