jueves, 25 de mayo de 2017

¿Se trata de temperamento cuando respondemos amablemente a quien nos afecta?
No, se trata de carácter: “…la historia del sabio que, cierta tarde, llegó a la ciudad de Akbar. Las personas no dieron mucha importancia a su presencia, y sus enseñanzas no consiguieron interesar a nadie. Después de algún tiempo, él pasó a ser motivo de risa y burlas por parte de los habitantes de la ciudad.  Un día, mientras paseaba por la calle principal de Akbar, un grupo de hombres y mujeres comenzó a insultarlo. Pero en lugar de fingir que no se daba cuenta de lo que ocurría, el sabio se acercó a ellos y los bendijo. Uno de los hombres comentó: -¿Será, después de todo, que el hombre es sordo? ¡Le gritamos cosas horribles, y él sólo nos responde con palabras bellas! -Cada uno de nosotros sólo puede ofrecer lo que tiene -fue la respuesta del sabio.”  Paulo Coelho, Reflexiones Diarias; “CADA UNO OFRECE SÓLO LO QUE TIENE”.

No, no se trata del temperamento: Colérico, Sanguíneo, Melancólico o Flemático.  No se trata tampoco de tu personalidad: La máscara social que todos ponemos ante los demás, y por lo cual nos conocen.  Se trata de carácter, o sea, de tus firmes creencias puestas sobre tu temperamento y personalidad, y que te hacen tener una actitud Bíblica cuando enfrentas problemas y dificultades.  Por eso, a la hora de ser presionados, cada uno de nosotros va a sacar al exterior lo que tiene.  Como Jesús, el Señor. “Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?”  Lc.4:22.


Padre, te pedimos hoy que forjes en nosotros el carácter de Cristo, quien siempre tenía esa palabra de gracia que maravillaba a muchos, aún en los momentos duros pudo perdonar a quienes lo ultrajaban.  En el nombre de Jesús te lo pedimos, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

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