¿Qué es para Dios
un terrible mal en nosotros?
La jactancia, el
orgullo, la soberbia: “Eustaquio no quiso quedarse callado, por eso lo preguntó
al sabio Gaudencio: “¿Usted me diría si siempre fue sabio o alcanzó en el
caminar de la vida su sabiduría?” El
sabio maestro le quedó con tierna mirada viendo y así le confesó: “¡Qué
va! Cuando joven tenía un gran orgullo
profesional, todo lo determinaba al éxito material, y esto lo consideraba producto
de mi gran intelectualidad. Mi
inteligencia era incompatible con la humildad, me jactaba y aún de lo más
insignificante que alcanzaba me vanagloriaba, me envanecía en mi propia
soberbia. La sabiduría estaba lejos de
mi vida. Hasta que un día me caí, me
destruí, y rodé hasta el fondo de un negro pozo. De ahí salí lleno de humildad, reconociendo
al Señor como mi Salvador personal”. Cuentos
del Reino; Daniel Aragón, “No hagamos de la jactancia gala, pues toda semejanza
de ella es mala”. 23-05-2017.
Creerse superior a
los demás, pensar que uno es especial que los otros y que por lo tanto merece
mejor oportunidad, trato y atenciones. Estar
seguro que las demás personas están para obedecer tus órdenes y para hacer lo
que a ti mejor te conviene, es estar soberbio y orgullos, es ser una persona
jactanciosa, tal actitud es negativa y afecta a todos nuestras vidas. “Mas ahora os jactáis en vuestras soberbias.
Toda jactancia semejante es mala.”
Sgo.4:16.
Padre, te pido que
podamos tener la capacidad de poner los pies sobre la tierra y de saber que
poner la humildad en primer lugar, es más inteligente que creerse muy
especial. Que la soberbia, arrogancia y
soberbia, estén lejos de nosotros, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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