miércoles, 24 de mayo de 2017

¿Qué es para Dios un terrible mal en nosotros?
La jactancia, el orgullo, la soberbia: “Eustaquio no quiso quedarse callado, por eso lo preguntó al sabio Gaudencio: “¿Usted me diría si siempre fue sabio o alcanzó en el caminar de la vida su sabiduría?”  El sabio maestro le quedó con tierna mirada viendo y así le confesó: “¡Qué va!  Cuando joven tenía un gran orgullo profesional, todo lo determinaba al éxito material, y esto lo consideraba producto de mi gran intelectualidad.  Mi inteligencia era incompatible con la humildad, me jactaba y aún de lo más insignificante que alcanzaba me vanagloriaba, me envanecía en mi propia soberbia.  La sabiduría estaba lejos de mi vida.  Hasta que un día me caí, me destruí, y rodé hasta el fondo de un negro pozo.  De ahí salí lleno de humildad, reconociendo al Señor como mi Salvador personal”.  Cuentos del Reino; Daniel Aragón, “No hagamos de la jactancia gala, pues toda semejanza de ella es mala”.  23-05-2017. 

Creerse superior a los demás, pensar que uno es especial que los otros y que por lo tanto merece mejor oportunidad, trato y atenciones.  Estar seguro que las demás personas están para obedecer tus órdenes y para hacer lo que a ti mejor te conviene, es estar soberbio y orgullos, es ser una persona jactanciosa, tal actitud es negativa y afecta a todos nuestras vidas.  “Mas ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.”  Sgo.4:16.


Padre, te pido que podamos tener la capacidad de poner los pies sobre la tierra y de saber que poner la humildad en primer lugar, es más inteligente que creerse muy especial.  Que la soberbia, arrogancia y soberbia, estén lejos de nosotros, en el nombre de Jesús, amén.  Tu hermano y amigo Daniel Aragón.  Feliz día en el Señor. 

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