¿Vino Jesucristo a
abolir la ley?
No, vino a que
fuera posible cumplirla: “Simplemente no entiendo—expresó frustrado Eustaquio a
su maestro Gaudencio— ¿Cómo es posible que el Señor Jesucristo no haya abolido
la ley, y la salvación se dé por gracia y no por el cumplimiento de la ley?” El
maestro le quiso explicar así: “Mira, te voy a enseñar un vídeo. Fue el 17 de
agosto del 2011, en la súper copa que disputaron el Barcelona y el Real Madrid.
A los 14:20 minutos del primer tiempo, Messi recibe el balón, burla a dos jugadores
del Real, y luego envía un pase de veinte metros entre cuatro jugadores a
Iniesta, quien la toma y sólo le bastó empujarla para vencer a Iker Casillas. Algo
mucho mejor hizo el Señor, tú yo, sin ni siquiera saber jugar al fútbol,
portando la camiseta del equipo celestial, vemos cómo el Señor burla a todo el
equipo contrario, dispara, el balón te pega a ti, a mí, o quien le recibió, y
luego la pelota entra de gol. Tú eres oficialmente su autor, pero quien hizo
todo fue Jesucristo, nuestro Señor”. Cuentos
del Reino, Daniel Aragón; “La ley se cumplió en el Señor”; 06-07-2018.
Se
cumple la ley con Cristo en dos maneras: Uno, para aquellos que no le reciben o
le aceptan. La ley les cae fuerte, con todo su rigor. Dos; para los que le
hemos recibido, la ley se cumple en nosotros por medio de Jesucristo. Nos hemos
declarado pecadores, por tal motivo la ley se nos aplica. Pero, Jesucristo
cumple la pena máxima por mí o por ti, y nosotros tomamos el cumplimiento de la
ley por Él (perfecto es, nunca pecó ni pecará). Así, Él muere, y nosotros
tenemos vida. El resucitó, nosotros resucitamos en Él. Él se sentó a la diestra
del Padre por obediente, nosotros también con Él. Así se cumplió la ley. “No penséis que he venido para abrogar la
ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.” Mt.5:17.
Padre,
gracias por permitirnos cumplir con la ley por medio de tu gracia, a través de tu
Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Y nos santifica y perfeccionas por medio de tu
Santo Espíritu. No se ha abolido la ley,
la cumplimos en Jesucristo, nuestro Salvador, Señor y Dios. En el nombre de
Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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