Porque Él va
delante de nosotros: “Es
como una vorágine alrededor de mi cabeza, el temor constantemente me asecha. Temor
al fracaso, temor a las opiniones de otros, temor a recibir algún daño, temor a
no cumplir estándares culturales. Con tantos y tantos temores estoy paralizado,
no puedo moverme hacia ningún lado”—se quejó Aurelio ante el sabio Gaudencio.
Quien le aconsejó contento: “Mi Dios, mi Señor, no quiere que viva en temor. Por
eso te habla, Él nos ha dejado sus promesas en su Palabra. Y una de ellas nos
dice que no temas, que nunca te intimides, porque Él va delante de ti y jamás
te deja” Cuentos del Reino; Daniel
Aragón; “No tengas temor, delante de ti va el Señor”; 12-07-2018.
Uno
de los principales disparadores de los defectos de carácter ha sido el temor,
el miedo. Va tejiendo la urdimbre de nuestra desesperación, la aflicción o la depresión.
Por algo Bill Wilson la llamó: “esa maligna y corrosiva hebra”. Cuando estamos
en esos estados temerosos; la ofensa verbal o física por temor a ser dañados,
el hecho de enclaustrarnos en enormes conchas emocionales que nos aíslan de los
demás, las actitudes prepotentes, soberbias, la falta de humildad, las
dependencias; están a la orden del día. Pero el temor se va cuando sabemos que:
“Y Jehová va delante de ti; él estará
contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides.” Dt.31:8.
Padre,
gracias porque me indica tu Palabra que Tú
vas delante de nosotros, que nunca jamás nos vas a dejar ni a desamparar, y que
por lo tanto no debemos temer ni intimidarnos, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano
y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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