¿Quiénes verán a
Dios?
Los de limpio
corazón: “No
sé, no sé. ¿Cómo se puede creer en un Dios que no se puede ver?”—preguntó Eulalio
totalmente azorado. Gaudencio le respondió calmado: “¿Quién dice que no puedes
ver a Dios? Sí que puedes. Si te dispones a tener un limpio corazón,
perfectamente podrás ver a Dios. Y te estoy hablando que podrás verlo en esta
vida, podrás verlo en vos. Ahora, esto es fijo: que por tu cuenta jamás podrás
tener un corazón limpio. Sólo será posible, si quien lo limpia es el Espíritu. Así,
cuando perdones, podrás ver a Dios. Cuando des a otros, misericordia, podrás
ver a Dios. Cuando realices cosas que jamás lo harías por ti mismo; conocerás
al Altísimo” Cuentos del Reino; Daniel
Aragón; “Un limpio corazón, sólo con Dios”; 30-06-2018.
El
Rey David oraba así en el salmo 51:10: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
y renueva
un espíritu recto dentro de mí.”. Sólo Él puede limpiar nuestro corazón:
perdonando nuestros pecados, instruyéndonos en su conocimiento, dándonos su
misericordia y verdad. Cuando reconocemos que sin Él nada podemos hacer, cuando
aceptamos que le necesitamos. Cuando perdonamos, cuando reconocemos nuestros
errores, los confesamos y pedimos perdón; ya a Dios, o a otra persona. Cuando ayudamos,
servimos y amamos. Ahí entonces, vemos a Dios; pues no nos vemos nosotros. “Bienaventurados los de limpio corazón,
porque ellos verán a Dios.” Mt.5:8.
Padre,
te veo en mí cuando no me veo a mí. Cuando no me enfoco en lo mío, sino en Ti y
tus propósitos. Cuando me humillo porque perdón pido, cuando reconozco mis
errores, cuando me dispongo a ser misericordioso, cuando sirvo por amor, cuando
amo. Entonces es cuando te veo, porque
mi corazón has limpiado en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón;
feliz día en el Señor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario