¿Cómo debemos
corregir, reprender y animar?”
Con paciencia y
buena enseñanza: “Ahora
maestro quiero saber de sobra: dígame la tercera actividad que me muestra que
haré una buena obra”—le solicitó Eustaquio al maestro sabio de corazón. Gaudencio asintió en silencio y le explicó a
continuación: “Corrige, reprende y anima. ¿A quién? Pues a tu gente, a quien
estimas. Pero no lo hagas directamente de palabra, ni con acechanzas, sino a
través de mucha paciencia y buena enseñanza” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Corrige, reprende y anima con amor y
buena estima”; 14-01-2020.
La
corrección siempre es necesaria cuando se ama, uno corrige constantemente a los
hijos. La reprensión (regaño) sólo se hace con aquellos que tienes una extrema
confianza y por supuesto, animar es algo que en todo momento se debe realizar.
Lo importante aquí es cómo hacer todo esto: Nos dice que con mucha paciencia y
buena enseñanza. Con mucha paciencia porque los cambios no vienen por arte de
magia, es un proceso. Y con buena
enseñanza, porque debe de ser desde expresada desde tu caso, poniéndote tú como
ejemplo y con la Palabra. “Corrige,
reprende y anima a tu gente con paciencia y buena enseñanza.” 2Tim.4:2.
Padre,
que recuerde siempre que cuando corrija, reprenda y anime, debe de ser por
amor; con paciencia y testificando cómo
Tú me has corregido mi error, cómo he recibido tu regaño y por qué, y de qué
manera me has animado para seguir adelante y crecer a pesar de mis errores. En el
nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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