¿Hay tiempo de
llorar?
Y tiempo de reír también: “Quiero consumirme en mi dolor, son dos años ya de llorar a mi amor. He perdido a un amado ser querido, déjenme con mi aflicción en el olvido. Permítanme estar tranquila que mi amargura viva conmigo, seguiré endechando a ese amor tan querido”—le explicó Eustolia a su maestro, con voz quebrantada. El sabio Gaudencio le dijo estas suaves palabras: “Todo tiene su tiempo: parte del mismo es llorar y endechar. Pero también hay tiempo para reír y hasta para bailar. Pídele a Dios que te sane y te dé ese último bienestar” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Lloramos y endechamos, reímos y bailamos”; 19-07-2023.
En este mundo afectado y caído; la muerte, la enfermedad, el dolor, el abandono, el sufrimiento, están a la orden del día. Todos sufrimos o sufriremos algo de eso, o todo eso. Pero hay un tiempo para llorar, no podemos quedarnos sólo en ese momento. Si pedimos a Dios que nos llene ese vacío que queda en nuestra alma cuando perdemos a alguien o somos abandonados, podremos saber reír y hasta bailar. ¿Olvidaremos? No, pero ya no sufriremos. “tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;” Ecl.3:4.
Padre,
Tú me has enseñado a sobreponerme a pérdidas: mis padres, amigos, familiares. Cuando me uno a Ti me das la convicción que
si ellos se han ido en Cristo, los volveré a ver. Esto trae sanidad a mi alma y
la risa, el gozo y el baile llenan mi vida por la esperanza en Cristo Jesús,
amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.
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