sábado, 29 de julio de 2023


¿Quién hizo la ley de la conservación de la materia?

Dios: “No sé por qué ustedes creen en Dios como Creador, cuando la materia en sí misma es eterna, sensible, no se crea (Creador no se le atribuye), y tampoco se destruye. Evoluciona y además constantemente se transforma. También debes de saber esto: existe en el espacio, tiempo y movimiento”—disertó Decaulión con vehemencia. El maestro, el sabio Gaudencio dijo con mucha sapiencia: “Lo que pasa chico es que la Biblia no has leído. Ahí te darías cuenta que Jehová hizo los cielos y la tierra. Para hacerla usó sabiduría, inteligencia y ciencias. ¿La perpetuidad de la materia? Por él fue hecha. ¿Que no puedes crear materia ni destruirla? Para que le teman los hombres le puso esta característica.” Cuentos del Reino; Daniel Aragón; “Las cualidades de la materia, se las puso Dios con su ciencia”; 24-07-2023.   

La ley que aprendimos en la escuela: “La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, se llama: “Ley de conservación de la materia”, ley de conservación de la masa o ley de Lomonósov-Lavoisier es una ley fundamental de las ciencias.​ Fue elaborada independientemente por Mijaíl Lomonósov (cristiano) en 1748 y descubierta unos años después por Antoine Lavoisier en 1785. Se puede enunciar de la siguiente manera: «En un sistema aislado, durante toda reacción química ordinaria, la masa total en el sistema permanece constante, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa de los productos obtenidos». “He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.” Ecl.3:14.

Padre, revelaste a tu hijo Salomón esta ley miles de años antes que Lomonósov y Lavoisier la descubrieran. Hiciste toda tu creación perpetua, no se puede añadir nada (no se crea), ni tampoco se disminuirá (no se destruye); y lo hiciste para darte a conocer como Creador, pero la ceguera del hombre lo envaneció. Pero has abierto nuestros ojos, en el nombre de Jesús, amén. Tu hermano y amigo Daniel Aragón. Feliz día en el Señor.


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